Justicia y también suerte

Su mejor futbolista, el punta turco Unal, ya se encargó de desnivelar el marcador en la primera parte. Más tarde, Arambarri con su tiro al palo y Mata tras la reanudación perdonaron la sentencia definitiva ante un Alavés que quería y no podía. Y eso que de principio estaban cantadas las novedades en el once titular, con la vuelta de Duarte tras su sanción y la inclusión de Manu García, que jugó por primera vez todos los minutos, y Pellistri, por los más desafortunados en Granada, como Moya y Edgar, que salieron luego de revulsivo.

El uruguayo duró un tiempo, pero al bilbaíno Iván Martín se le nota la falta de confianza por su discontinuidad. Y el canario saltó al campo de segunda punta para acabar en su banda derecha, desde donde dio la asistencia que dio pie al empate. El gol de Joselu salvó la tarde, pero la verdad es que se jugó sin ideas para doblegar a una defensa de tres centrales, muy ordenada, sin conceder a balón parado y ayudada por una medular cada vez más reforzada.

Ante este panorama, Javi Calleja acabó tirando de más hombres ofensivos por delante del balón, pero aunque achuchó más, su falta de peligrosidad fue alarmante, como refleja los pocos goles de ambos conjuntos. Incluso, el central Lejeune acabó expulsado y se perderá el próximo duelo por doble amonestación. Además del engañoso desafío copero en Linares, habrá que acabar el año visitando a dos sorpresas ligueras antagónicas, el Rayo Vallecano y el Villarreal, para recuperar tranquilidad.

Por lo tanto, podrá haber más justicia cuanto más te aproximes y aciertes en las áreas, pero siempre se puede necesitar esa pizca de suerte. El Alavés debe sumar más goleadores para la causa. Para eso, también está obligado a crear primero más ocasiones de gol. Pero la fortuna también hay que buscarla y está claro que, sin la calidad suficiente, no se define igual de bien. Como las jóvenes promesas para dar el salto, que necesitan estar en el sitio y momento adecuados, contando con lesiones, entrenadores, presidentes y hasta representantes que pueden dificultar su labor. Como si de lotería se tratara. Es decir, justicia; sí y suerte; también.