Otro jarro de agua fría
Un Barcelona en horas bajas apuntilló al final al Alavés en Vitoria en un partido tan igualado como de poco fútbol. Si alguna vez el ... Alavés podría ganar a un rival de tal enjundia, esta era la noche, pero tampoco volvió a acertar en alguna de sus contadas ocasiones. Era evidente la carencia goleadora e imprecisión de ambos bandos, jueguen con un solo delantero fijo, móvil o con dos. Además, el técnico albiazul Mendilibar acabó expulsado y no se sentará en el banquillo en la crucial visita a Elche.
Igual es la baja más importante de este Alavés, que este domingo apostó al principio por un punta con la vuelta del recuperado Pere Pons para reforzar la medular. Es evidente que la sala de máquinas en el centro del campo marca el equilibrio del conjunto, tanto para defender como para atacar. Y estaba cantada la titularidad del joven lateral izquierdo Javi López por el lesionado Duarte. Y a mí particularmente me gustó también la desenvoltura este domingo del vitoriano Martín por la derecha, ante los abiertos extremos visitantes. A estas alturas y sin renovar, lo normal es que acabe en alguna plantilla vecina donde se valora más a los de casa. También es anormal, aunque nos vino bien, que no jugara el barcelonista Dembelé -chantajeado por no renovar- cuando la que más pierde es su propia directiva. Y la nuestra, también un poco despistada con tanto proyecto, que no quiero para nada minusvalorar -todo lo contrario-, como el más antiguo del baloncesto Baskonia o la futura universidad Euneiz. Pero sin el fútbol en la élite y el sentimiento necesario, se corre el riesgo de volver a empezar la casa por el tejado.
Lo positivo es que todavía queda mucha liga. El Mallorca -que marca la permanencia- se queda ya a tres puntos y a falta de visitarlo. Ya somos penúltimos y se avecina un calendario complicado para acabar de forma más asequible. El objetivo es llegar al final con opciones, por lo que interesa dedicar todos los recursos y más, a la tarea vital de la salvación.
Más apoyos arriba
Este domingo, me quedo con el inconformismo de que pudimos ganar al Barca e incluso no merecimos perder, pero la dinámica negativa debe cortarse cuanto antes. Está claro que el goleador Joselu debe contar con más apoyo en ataque y hay que conseguir una defensa más fiable. Y el camino ya se vislumbra con un motor central que pueda sincronizar el acordeón, por lo que sólo queda llevar la teoría a la práctica con la autoconfianza de todos.
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