Invicto como colíder

Para empezar, primera parte para el Cartagena que pese a la presión alta y arriba del Alavés, fue dominador claro del balón ante su afición. Hasta que tanto desgaste físico visitante posibilitó al conjunto local acercarse finalmente con peligro a la puerta del solvente portero Sivera. Y por eso como premio después de varios saques de esquina y yendo tanto el cántaro a la fuente, llegó una 'tonta' mano alavesista, cuyo penalti no desperdició el equipo cartagenero para adelantarse en el marcador pasados ya los primeros cuarenta y cinco minutos.

Si el central Maras tuvo que sustituir en el once al canterano Abqar por molestias físicas, éste tuvo que hacer lo mismo después de la reanudación por el otro serbio Sedlar. Como también las del otro canterano Abde, que igualmente se quedó en el vestuario tras el descanso para la entrada de Róber, a la postre clave tras la continuación. De esta forma, Alkain se cambió a la banda izquierda para jugar ambos extremos a pierna cambiada. Porque si el Alavés encajó el primer golpe anímico en un momento complicado, tampoco fue menos el del Cartagena tras la rápida y genial asistencia de Róber que Miguel empalmó de maravilla a la red para igualar la contienda. Y así vimos una segunda mitad más igualada, con un Alavés que ya se acostumbró a la defensa contraria de tres centrales y repartiéndose más la posesión de la pelota. De esta forma, se aprovecharon los recambios con hombres más frescos, como Moya para la medular y el japonés Hara en punta para fijar a la zaga rival. La última sustitución fue la del joven canario Javi López por el capitán Duarte, que parece haberle ganado de momento el duelo por el lateral izquierdo como también lo ha hecho Tenaglia por Arroyo en la derecha.

El caso es que el Alavés aguantó con solidez las embestidas de un Cartagena que ha ensamblado un plantel para garantizarse acabar en las primeras seis plazas con opción a ascender a Primera. Y sobre todo, siendo igual de competitivo en los siete partidos jugados, con la imbatibilidad como mejor botón de nuestra. Aunque con marcadores todos ajustados, la regularidad va a ser lo más importante en este maratón de una Segunda donde nadie parece mucho más que nadie.

Sí que es verdad que sigo viendo un banquillo albiazul demasiado justo para afrontar toda una temporada tan dura y habrá que recurrir seguramente al mercado de invierno. Es una pena no invertir antes un poco más que luego tarde y peor porque no cabe duda que hasta Navidad se van a definir las posiciones para subir. Fichar antes a jugadores sin equipo es sinónimo de esperar hasta entonces para que cojan la forma física y los que puedan venir finalmente de otros conjuntos estarán realmente sin ritmo de competición.

Pero hasta entonces toca remar con lo que hay y bastante está haciendo el ejemplar técnico Luis García Plaza con sus huestes. Y ya en domingo toca recibir en Mendizorroza a la asentada Ponferradina rezando para que se recuperen todos los futbolistas tocados, lo que será una lotería con la que tendremos que convivir todo la campaña. Menos mal que se ha empezado con buen pie y el esfuerzo de todos, reflejado perfectamente sobre el terreno de juego, está retroalimentando y paliando la evidente falta de recursos para un proyecto de tal envergadura.