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La huella alavesa del derbi Alavés-Athletic: «Es un orgullo ver hasta dónde han llegado»

EL CORREO habla con conocidos y clubes en los que se formaron Vivian, De Marcos, Guevara, Simón y Vesga para rebobinar a sus orígenes

Jueves, 12 de diciembre 2024, 00:20

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No es un partido más. Para ellos, el derbi que protagonizarán el Alavés y el Athletic (domingo, 16.15 horas) cobra un sentido aún más especial, casi romántico. Jugar en Mendizorroza supone para unos la vuelta a casa, a las tierras en las que comenzaron a forjar su carrera. Esas en las que Óscar de Marcos, Dani Vivian, Unai Simón y Mikel Vesga dejaron una honda huella que «enorgullece» a los clubes que les vieron crecer pegados a un balón de fútbol. Y esas a las que regresó el año pasado Ander Guevara para latir en albiazul y defender su 'territorio'. Estos cinco protagonistas suman en total 1.339 partidos en sus botas, pero la próxima batalla será en casa. Y no la olvidarán.

Óscar de Marcos (479 partidos)

«Es el mejor embajador de Laguardia»

Hay que rebobinar 32 años (ahora tiene 35) para entender su amor por el balón. Estaban hechos el uno para el otro y no tardaron en juntarse. «En su casa hay una foto de cuando tenía 3 años y en la que sale pegado a una pelota», recuerda Juantxu Martínez de Uzquiano, presidente de la Peña de Rioja Alavesa del Athletic. Ahí se plantó la semilla de la carrera de un futbolista que sigue rompiendo récords.

Y que empezó a labrarla en el C.F. Luzerna de Laguardia, su tierra que exhibe orgulloso. «Era un chaval que desde bien joven apuntaba maneras; era muy físico, disciplinado y habilidoso». Unas cualidades que llamaron la atención. «Mira, recuerdo que se organizó un torneo de fútbol 7 y el Luzerna jugó la final contra el Alavés. Los capitanes eran De Marcos e Igor Martínez. Hay una foto en la que salen los dos embarrados. Pues ese torneo lo ganó el Luzerna y los vitorianos ficharon a De Marcos».

Con 12 años se incorporó a la disciplina de Ibaia y en 2008 debutó con el primer equipo en Segunda B: «Caparrós se emperró en él, le gustaba mucho, y lo fichó para el Athletic». El resto ya es historia. «Se nos cae la baba al ver todo lo que ha conseguido. Rebautizamos la peña (ahora incorporan el apellido de De Marcos) cuando debutó en Primera. Es el mejor embajador de Laguarida. ¡Nos mencionan hasta los medios internacionales!», aplaude Martínez de Uzquiano. «Bastantes peñistas (160 socios) irán a ver el derbi. Es especial verle en sus tierras. Pero Óscar suele venir a Laguarida, mantiene su cuadrilla de siempre y organiza un campus aquí».

Ander Guevara (181 partidos)

«Le veías todo el día en el jardín 'tin tan', lo lleva en los genes»

La suya es una de esas historias románticas. La de un chaval que se marchó siendo un cadete a la Real Sociedad para continuar forjándose como futbolista, pero que nunca renegó de sus orígenes. «No fue una decisión sencilla. A nivel familiar, era muy joven pero entendí que era una oportunidad para mí. En casa produjo vértigo, pero lo entendimos como un paso adelante y el tiempo nos ha dado la razón», confesó en una reciente entrevista en ELCORREO.

Los caminos de ambos (Guevara y Alavés) estaban condenados a cruzarse. Y el regreso del Glorioso a Primera permitió que se produjese. Aquel chaval que migró ya era todo un futbolista contrastado y experimentado. Unas cualidades que emplea desde la sala de máquinas albiazul para dirigir al equipo. «Es un día muy especial. Casi me tiembla la voz al hablar de lo que supone regresar y empezar una nueva etapa. Volver a ser jugador del Deportivo Alavés es para mí algo único».

Es algo que lo lleva más que en la sangre. Su padre jugó en el Alavés en los años 80. «En los genes algo habrá (ríe). Recordamos mucho que a éste, cuando empezaba a darle al balón, le veías todo el día en el jardín 'tin tan, tin tan'», evocó Carlos Guevara en un reportaje con este periódico. Este domingo ambos repetirán un ritual que repiten siempre antes de todos los partidos. «Suele soltarme un mensaje de ánimo y de confianza, de inspirar valentía y arrojo», añade el centrocampista.

Dani Vivian (183 partidos)

«Desde pequeño demostró su carácter competitivo»

El nombre de Dani Vivian empezó a resonar cuando el central vitoriano tan solo tenía cinco años. «Comenzó en multideporte, unas extraescolares en las que se practicaban varias disciplinas, pero él solo quería jugar a fútbol. Lo tenía en la cabeza todo el rato». Tanto que al año siguiente cambio de equipo con el único fin de seguir dándole patadas al esférico, su pasión. «Regresó dos años más tarde, cuando ya había un equipo de futbito», comenta Pepe Martín, coordinador general del San Viator.

Y en esa posición de central siguió asombrando a los entrenadores y rivales. «Era un chaval que desde pequeño demostró su carácter competitivo. Predominaba esa garra por encima de la técnica. No era algo muy usual en esas edades y a la larga se ha visto que lo lleva en los genes». Su nivel «destacaba» y desde el San Viator, club convenido con la Real Sociedad, les informaron sobre esta «joven promesa». «Nos dijeron que no lo veían».

Los pasos de Vivian continuaron en el Ariznabarra y el Santutxu, hasta recalar en el Athletic. «No nos sorprende ver hasta dónde ha llegado. Sabíamos que si llegaba se iba a poder mantener, pero el nivel que está dando es mayúsculo». Tanto que Luis de la Fuente ha confiado en él para la selección. «Es un orgullo que lleve el nombre del colegio». Ese centro que está a 2,4 kilómetros de Mendizorroza.

Unai Simón (194 partidos)

«Observé cosas que no veía en porteros de más edad»

El segundo mejor portero del mundo defendió la meta del Aurrera de Vitoria cuando tenía once años. A los directivos y entrenadores les sorprendió su madurez bajo palos. «En Unai observé cosas que no veía en otros porteros y sobre todo personalidad. Era un niño muy competitivo, le importaba mucho la mejora; se enrabietaba cuando no le salía una tarea», afirma Javier Barbero, quien reclutó al de Murgia para los 'rojillos'.

Una muestra de su continua búsqueda de la excelencia. «A la salida de Olaranbe, en el parking, trataba de «consolarle junto a su padre porque salía llorando de rabia por haber encajado un gol en una situación en la que podía haber hecho más». Y ahora se ha convertido en ejemplo para el club. «Es un orgullo ver hasta dónde ha llegado. Supone un espejo en el que mirarse para los niños y niñas que actualmente forman parte del Aurrera y que sueñan con llegar algún día a ser profesionales», añade Kiko García, integrante del equipo directivo del club.

Mikel Vesga (302 partidos)

«Es un chaval majísimo que te puedes cruzar por Vitoria»

Mikel Vesga vivirá el derbi cerca de casa. No solo porque nació en Vitoria, sino porque actualmente vive en la capital alavesa. «El otro día me crucé con él en la calle y le felicité porque era el cumple de su hija. Es un chaval normal y majísimo, no va de figura», comenta Jaime Morado de Ibarbutxi, presidente de la peña Mikel Vesga en Vitoria con más de 80 socios.

Su relación se remonta una década. «Le conocí cuando estaba en el Bilbao Athletic. Hablamos asiduamente sobre fútbol y cualquier otro tema». De ahí que el derbi no implique un reencuentro, pero sí un partido especial para jugar en casa.

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