Garitano busca la identidad albiazul

Fue entonces cuando dijo aquello de que «estamos haciendo en plena competición cosas que deberíamos haber hecho en pretemporada», en alusión a los cambios sufridos en el tramo final del mercado estival y a los «roles diferentes» que habían tenido que aceptar algunos jugadores durante el verano. Guidetti, por ejemplo, al que el club le invitó a buscarse una salida y, tras permanecer inédito cinco jornadas, debutó en San Sebastián y fue titular frente a los bermellones. O Dani Torres, que estrenó convocatoria ante el conjunto balear.

Un equipo en constante transformación. En proceso de construcción entrado el mes de octubre. Garitano aún no ha repetido alineación y únicamente cinco jugadores han disputado los siete partidos: Ely, Pina, Wakaso, Aleix Vidal y Lucas; aunque solo los tres primeros han sido titulares las siete veces. Hasta 22 jugadores ha utilizado el de Bergara -solo faltan por salir a escena Torres, Burgui y Javi Muñoz-. Y 21, todos menos Tachi, han formado alguna vez en la alineación inicial.

Números de un equipo que todavía busca su personalidad. Que aún no tiene definido su estilo, permeable a las características del rival y del escenario. Garitano ya ha dejado claro que no cree mucho en los dibujos, «sino en la ocupación de los espacios». Y ya ha modificado varias veces de sistema en busca de esa adaptación al medio. Un Alavés instalado en el cambio permanente para amoldarse a las necesidades y demandas de cada partido.

Empezó con un 4-3-3 versátil, flexible en función de la posición de Manu García, muy cercano al delantero. En Getafe, en la jornada 3, mutó en un planteamiento con cinco defensas que pretendía ser un 4-5-1 con el balón, cuando Adrián Marín adelantaba su posición en el carril, pero el murciano no tuvo demasiadas opciones para ello. También bailaba la posición de Aleix Vidal, que se movía entre el extremo derecho cuando tocaba atacar y la delantera cuando tocaba presionar, junto a Joselu. Un dibujo asimétrico que provocó algún desajuste y fue corregido en la segunda mitad, con vuelta a la defensa de cuatro.

También tuvo que corregir Garitano su primer 4-4-2 de la temporada, ante el Sevilla. Duró apenas quince minutos por el abrumador dominio hispalense en el centro del campo y Lucas fue escorado a la banda. El técnico albiazul recuperó su apuesta por los dos delanteros contra el Mallorca, en su 'match-ball' particular, con su continuidad en entredicho. Y con premio, ya que, tras una primera parte más pastosa, aunque bajo control vitoriano, el equipo se soltó en la segunda para ofrecer su imagen más ambiciosa de la temporada, sin especular con el resultado ni siquiera en ventaja.

Un baile de números tácticos acompañado en sus pasos por numerosos cambios de nombres. Hasta 24 en las seis transiciones de jornada vividas hasta la fecha. Bastantes, condicionados por las circunstancias. Porque Pacheco ya se ha perdido dos partidos por lesión. Y Maripán se fue al Mónaco una vez disputado el primer encuentro, Laguardia y Ximo empezaron más tarde por lesión... Ahí sirvió de parche la polivalencia de Duarte, que actuó como central frente al Espanyol. Un fijo en la zaga junto a Ely y Laguardia, con la pugna entre Martín y Ximo por la propiedad del lateral derecho.

En el centro toman ventaja Pina, Wakaso y Manu sobre un Pere Pons que no termina de asomar -dos veces titular-. Y en las bandas se adelantan Aleix Vidal y Luis Rioja, con el joven Borja Sainz y el creciente Burke en la recámara, a la espera del recién recuperado Burgui. En punta, la aparición de Guidetti aumenta la competencia. De momento, Joselu es el delantero de cabecera de Garitano, pero Lucas ya ha sido titular en tres ocasiones y brilló desde el banco ante el Mallorca; y el sueco fue el elegido para la segunda vez que el Alavés jugó con un 4-4-2. Variantes y variaciones.