El Alavés necesitará todavía su mejor versión

A cinco partidos para el final y con cuatro puntos de margen entre primer y quinto clasificado, los errores se penalizarán con el siempre ingrato 'play off'. Así que tras el importantísimo triunfo frente al Leganés y el regreso a las posiciones de ascenso directo, el capitán Laguardia recordó lo sucedido en el último ascenso a Primera. Que el éxito llegó tras ganar cinco encuentros consecutivos. Posiblemente no sea necesaria esa hazaña, pero amarrar una de las dos primeras plazas exigirá que el cuadro albiazul estire al máximo la actual serie de cinco enfrentamientos invicto.

Son semanas de tensión contenida. Quizás sea vicio, pero a uno le gusta repasar las ruedas de prensa de los entrenadores de los adversarios directos. Ahí uno ve ya en aprietos a Javi Calleja (Levante) pese al notable partido de su equipo en el Gran Canaria, a Paco López (Granada) y a García Pimienta (Las Palmas). A este último, incluso, le acechan ya en la isla rumores de destitución. La presión es máxima en casi todas las plazas. Algo menos, probablemente, en Eibar.

Quién sabe si solo hasta el domingo, cuando el conjunto armero visite al Granada en Los Cármenes. O tal vez sean los guipuzcoanos los primeros en ganar en ese estadio hasta ahora inexpugnable. Los duelos directos, como el Levante-Alavés del sábado, puntúan doble. El cuadro vitoriano puede ser líder o quinto clasificado cuando acabe el Zaragoza-Las Palmas que cierra la jornada dominical. Rara vez se encuentra esta combinación de probabilidades cuando apenas resta un mes de competición. Adrenalina desbordada.

A estas semanas determinantes el Alavés llega en buenas condiciones, aunque con un calendario muy exigente. Alguien dijo alguna vez aquello de que «una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil». La traducción al idioma futbolístico habla de que a medio o largo plazo un equipo resulta tan potente como lo es su plantilla a la hora de cubrir bajas con eficacia. Quizás el fondo de armario del Alavés no disponga de excesiva ropa de marca, pero sí, por lo visto en los últimos encuentros, de una nutrida colección de prendas prácticas. Si el viento de las lesiones azota el centro de la defensa (Abqar, Sedlar y Maras) Laguardia y Duarte abrigan al equipo; si sucede en el eje del centro del campo (Salva Sevilla y Benavídez), Guridi se hace reversible para ocupar esa posición.

Si el trío de delanteros tirita sin goles, Róber les presta los suyos. 'Gracias' a las bajas de los últimos partidos y también a una acertada distribución de minutos, Luis García Plaza ha conseguido que prácticamente todos los jugadores lleguen al tramo final con minutos de competición recientes en sus piernas. Es decir, activos y preparados para cualquier contingencia. Posiblemente, la única excepción sea la de Abde, engullido en el remolino Luis Rioja. Con más o menos acierto en función de cada partido, el extremo zurdo es el gran generador de juego ofensivo a través de su desequilibrio individual.