
Dan Eggen | Exjugador de Alavés y del Celta
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Dan Eggen | Exjugador de Alavés y del Celta
«Dortmund no fue una buena experiencia, quise olvidarla rápido»Su melena presenció en primera persona desde el césped de Mendizorroza algunos de los mejores años de la historia del Deportivo Alavés. Dan Eggen (Oslo, ... Noruega; 55 años) abandonó hace dos décadas Vitoria, pero recuerda con sumo cariño esa «aventura» albiazul que vivió entre 1999 y 2003. La que le llevó a ser parte del equipo que maravilló a Europa, aunque fuera el primer sacrificado por Mané en la final de Dortmund. Un partido que quiso «olvidar lo más rápido posible». Se queda con el «ambiente» que había en ese equipo. También tiene la espina de no haber regresado desde entonces a la capital alavesa.
El escandinavo es uno de los muchos jugadores que han defendido las camisetas del Alavés -tres temporadas y media- y Celta -dos cursos-. Ahora, ejerce como representante en su tierra tras haber trabajado en la Federación. Desde ese rol en la capital noruega habla sobre su vida actual y evoca sus años en Vitoria y Vigo. Aunque prefiere no mojarse sobre el partido del lunes, está «absolutamente» convencido de que el Alavés se va a salvar. «Tiene calidad para sorprender», asegura.
- ¿Cómo le va la vida?
- Soy representante de futbolistas aquí, en Noruega. Es muy interesante, me gusta mucho. Claro que no es lo mismo que en España, pero aquí también es grande.
- ¿En qué sentido es diferente?
- El fútbol noruego no es como allá. En España es una institución mundial, grande en todo. Hay mejor calidad, y bueno, aquí en Escandinavia no es lo mismo. Pero hay talento y hay ganas de crecer también.
- ¿Mejor ser futbolista o representante?
- Jugar, por supuesto. Eso solo se puede hacer en un periodo muy pequeñito. Ahora me divierto mucho, me gusta mucho ser representante. También estuve de entrenador, que también es para mí una de las mejores tareas. Los ambientes, la afición y toda la sociedad están más involucradas en el fútbol en España. Aquí las cosas son diferentes, pero lo básico es lo mismo.
- ¿Sigue metido en la música o lo mantiene como hobby?
- Siempre ha sido un hobby. Lo que pasa es que soy el dueño de un discográfica muy, muy pequeña aquí en Noruega. Pero no le dedico mucho tiempo. No es nada profesional, es solo interés.
- Han pasado 21 años desde el final de su etapa en España. El tiempo pasa rápido.
- El tiempo pasa rapidísimo. Fue una estancia buenísima y tengo muchas cosas que recuerdo. Lo pasé muy bien. Fue una aventura aunque, como dices, fue hace mucho tiempo.
- ¿Qué es lo que recuerda con más cariño de su «aventura» en Vitoria?
- Hubo muchos partidos, pero lo que quiero destacar es el ambiente dentro del equipo. Era el valor del trabajo de cada día. El espíritu de que el fin de semana íbamos a encontrar un buen equipo que llevaba el mismo tiempo preparándose para enfrentarse a nosotros. Eso es la clave, lo más satisfactorio que tiene el fútbol. Es la posibilidad de dedicarse el 100% a eso. Y qué guay, qué bueno es el deporte, el ambiente y el partido. Estar en un rol importantísimo dentro del equipo, haciendo eso, es lo mejor. En el Alavés y en Vitoria fue así. Me marcó mucho y de muy buena manera, fue una experiencia buenísima. Y luego, por otra parte, está la ciudad y cómo es. El ambiente de la gente de Vitoria y del País Vasco también me gustó mucho. Y la comida, sin duda.
- ¿Ha vuelto desde entonces?
- Por desgracia no. Mi exnovia es de Vigo, también tengo familia y amigos allí. Entonces ahí he estado alguna vez, pero como está un poco lejos de Vitoria no he podido ir. Pero yo quiero volver, por supuesto.
- Si regresa, muchos aficionados le verán por la calle y se acordarán de usted.
- ¿Tú crees?
- Es parte muy importante de la historia del Alavés.
- Pues me gustaría mucho que así fuera.
- ¿Habla con sus compañeros de entonces?
- Tenemos un grupo de WhatsApp, eso está bien. Pero, al menos, yo no puedo estar con la mayoría de ellos en persona, entonces el contacto muere un poco. Pero cuando hay un cumpleaños o cuando pasa algo sí se escribe y se habla.
- ¿Hay algún partido que destaque en especial de esos años?
- Cuando te pusiste en contacto conmigo me acordé del partido que jugué con el Celta contra el Alavés en Vitoria. Perdimos 2-0 y no jugué muy bien. Hacía un frío de -8 grados o así y también nevaba (noviembre de 1998). Mendizorroza no estaba aún reformado del todo. Y claro, esa primera imagen... Yo me decía, esta no es la España a la que yo había venido. Ese frío y la nieve están en Noruega, ¡pero aquí es igual! (ríe). Luego la cosa fue diferente cuando llegué a Vitoria. Con el Alavés hubo muchos partidos buenos. Por ejemplo, los de Europa, los derbis o contra los grandes. También contra el Celta. No soy capaz de nombrar uno que fuera mejor que los otros. Quizá alguno de Europa.
- Está la final de Dortmund, que en su caso fue breve. Y, en el plano negativo, también el partido en el Bernabéu en el que se lesiona de gravedad.
- Aunque fue una buena experiencia en Dortmund, a mí no me fue bien. Había sido una muy buena temporada, pero justo ese partido... lo quise olvidar lo más rápido posible. Hubo otros como en Alemania contra el Kaiserslautern o en Italia contra el Inter que sí. Y claro, lo del Bernabéu tampoco fue bien, pero es lo que hay.
- Hablando de Vigo, ¿qué recuerdos tiene de esa etapa en el Celta?
- No puedo decir si fue mejor experiencia la del Celta o la del Alavés. Fueron ambas muy buenas, en diferentes etapas. También ambos eran equipos diferentes. El Alavés era un poquito más humilde. En el Celta queríamos hacer mucho, pero no fuimos tan estables. Aunque también fue una experiencia muy buena con ese equipo y todas las personas que había de tantos países. Me acuerdo mucho de todos los entrenadores. Javier Irureta, Víctor Fernández, Mané... Son muy diferentes, pero cada uno aportó sus cosas y me dieron mucho.
- Como representante sigue más el fútbol noruego, pero ¿está atento a la Liga española?
- Sigo y veo los resultados, pero no tengo capacidad de ver muchos partidos, desafortunadamente. Entonces, mi conocimiento de los dos equipos no es el máximo, lo tengo que admitir.
- ¿Ha visto algo del Alavés este año?
- Solo goles, la verdad. Ningún partido entero.
- Y desde lejos, ¿qué sensación tiene?
- Un poco lo mismo que cuando jugábamos nosotros. Es un equipo que no está entre los mejores, que tiene que luchar. Pero tiene calidad para sorprender y para hacer cosas que le den resultados en los partidos. La lucha en España es durísima, pero están acostumbrados a estar metidos en esa pelea y lo van a hacer bien.
- ¿Cree que el Alavés entonces se puede salvar?
- Absolutamente. Creo y también lo espero. Pero tengo dos equipos en España y justo el partido entre los dos… Que no sea ahí donde gane uno u otro, que lo hagan en el resto de partidos (ríe).
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