La doble cara de la dinamita albiazul

En el lado positivo de la balanza está el buen rendimiento que están ofreciendo los dos delanteros, las principales apuestas mercantiles del club. Joselu, de 29 años, tiene contrato en Mendizorroza hasta 2022. Fue el sostén goleador en las primeras jornadas y ahora, aunque lleva cuatro partidos sin ver puerta, sigue ofreciendo un despliegue extraordinario a la hora de disputar balones aéreos, proteger la posesión para dar tiempo a sus compañeros, juego de espaldas... El complemento perfecto para un punta más móvil como Lucas Pérez.

«Somos muy amigos y eso se nota en el campo», dice el coruñés, de 31, vinculado también al Alavés hasta 2022. Le costó entrar en el equipo, pero lo ha hecho a lo grande. Cinco jornadas consecutivas marcando, con goles espectaculares como el que consiguió en el Estadio de la Cerámica, de 'media chilena', o el que sumó un punto ante el Atlético, tras dejar atrás a Saúl y Lodi y encajar el balón en la escuadra de Oblak. Y va más allá de los números. Está en estado de gracia y se nota en ese juego entre líneas que mejora cada jugada colectiva con pases certeros y apariciones de calidad.

Una asociación bien relacionada con la portería rival. Una bendición para un equipo que en los últimos años no encontraba tales referencias goleadoras. En los tres cursos anteriores, desde el regreso a Primera, la mejor pareja realizadora fue la formada por Munir (10), cedido por el Barcelona, e Ibai (7), que marcaron el 42% de los tantos albiazules (17). Calleri (9) y Borja Bastón (5), ambos cedidos, se quedaron en 14; y Deyverson (7), también a préstamo, e Ibai (5) marcaron en toda la temporada solo cuatro dianas más que los dos delanteros gallegos en once jornadas (12). A estas alturas de campeonato, ninguna dupla había superado los cinco.

Con los 31 que sumaron en Segunda entre Borja Viguera (25) y Ion Vélez (6) como mejor marca reciente, el tope en Primera División está fijado en los treinta que marcaron las parejas Javi Moreno (22)-Iván Alonso (8) y Wilson (17)-Echeandía (13). Les sigue el dúo formado por Aloisi (10) y Nené (9) en la temporada 2005-06, la del último descenso a Segunda. Porque juntar a dos goleadores no garantiza nada. Ahí está el ejemplo del Girona, que la pasada campaña bajó pese a los 19 tantos de Stuani y los 9 de Portu.

Ahí empieza la 'cara B', la de la dependencia. Solo tres jugadores del Alavés han marcado en tres jornadas. Sin contar los partidos disputados ayer, únicamente el Leganés presenta menos goleadores, dos (Braithwaite y Óscar), si bien el conjunto pepinero solo tiene cinco tantos a favor en su casillero. Otros equipos como el Athletic, el Mallorca o el Espanyol (4) tienen un problema similar, pero ninguno depende tanto de sus goleadores como el Alavés, donde el 89% de las dianas recaen en Lucas y Joselu -solo el propio Leganés (100% entre los dos atacantes mencionados) supera este promedio, pero en unos registros realizadores muy inferiores-. El que más reparte sus tantos es el Barcelona, donde ya han visto puerta hasta trece futbolistas.

Garitano espera todavía los goles de segunda línea. De jugadores que, aunque no sean artilleros, tienen llegada y están acostumbrados a sumar en esta faceta. Como Luis Rioja, que la pasada temporada con el Almería marcó cuatro en su único curso en Segunda, que poco a poco va soltándose en la banda izquierda del ataque albiazul. Como Aleix Vidal, que lleva trece en Primera -diez en las dos primeras temporadas, como extremo-. O Manu García, que ha celebrado ocho en los tres años que ha estado en la máxima categoría -19 en total con la camiseta albiazul-.

En la recámara esperan casos particulares más inciertos como el de Guidetti, que solo ha jugado 80 minutos; Burgui, aún por debutar tras lesión; Burke, revulsivo de últimos minutos; o Borja Sainz, que ya ha demostrado su olfato en categorías inferiores.