Diluido en su imprecisión
La falta de claridad en los metros finales y las pérdidas lastran la apuesta de un Alavés que recibe su primer toque de atención
El Alavés de Garitano quiere jugar dinámico, busca una circulación de balón ágil, uno o dos toques. «¡Más rápido todo!», reclama el técnico desde el ... banquillo. Pero todavía le falta profundidad. La idea se diluye en los metros de la verdad, sin filo en la zona donde se cocinan los goles. Sin precisión. Víctima de su falta de claridad en ataque y las pérdidas en zonas comprometidas. Como la que propició el gol del Fuenlabrada en el tramo final del segundo amistoso de pretemporada, el dueño definitivo de un resultado que, sin ser preocupante, da un toque de atención al conjunto babazorro en su puesta a punto.
Pesan las piernas. Juega la fatiga. También faltan piezas importantes para el desarrollo de esa apuesta por los ritmos altos y la verticalidad. Luis Rioja aparece como el único extremo puro y esta vez lo hizo en la banda derecha, donde se convirtió en el principal foco de las instrucciones y correcciones del entrenador guipuzcoano desde la banda. La izquierda fue para Javi Muñoz, con la misma tendencia al centro, pero menos protagonismo que en Leioa. A falta de jugadores de banda, versatilidad e imaginación, el conjunto vitoriano no fue capaz de ensanchar demasiado el campo.
La apuesta inicial fue igual que en Sarriena. Un 4-4-2 que insistía en los desmarques de ruptura de Manu García, con Pere Pons en las funciones de pivote posicional. Duarte ejerció de nuevo como central. Y Joselu y Lucas Pérez formaron juntos en punta. Un tanto desconectados, porque el juego se fue difuminando en el bochornoso calor de la tarde segoviana, en la que el viento solo soplaba para estorbar en el juego aéreo. La elocuencia inicial se fue difuminando y el duelo entró en un escenario de mucha disputa, amenaza de endurecimiento incluida al filo del descanso, en el que el orden del Fuenlabrada limitó las ocasiones albiazules.
Ocasiones escasas
Prácticamente inexistentes en la primera parte. Apenas hubo acercamientos de peligro, de hecho. Un pase en profundidad de Martín que Lucas no alcanzó en el área (m. 23), una falta del Fuenlabrada que no llegó a inquietar a Pacheco (m. 28), un disparo altísimo de Joselu (m. 30) y una falta del propio delantero germano-gallego que despejó Biel y, en el rechace, acabó en las redes cuando la jugada ya estaba anulada por fuera de juego.
La primera oportunidad digna de tal definición llegó nada más comenzar la segunda mitad, cuando Sivera taponó a los pies de Clavería un centro desde la banda izquierda. Tras el descanso, con un once completamente nuevo sobre el césped, el Alavés quiso atacar desde la presión, pero aún le falta fuelle sin el balón y claridad con él. Demasiadas imprecisiones para evaluar un estilo. Y el guión no varió con otros nombres. Pelea sin un dominador claro, mucho juego en el centro del campo, cabezazos sin destinatario y alguna entrada fuera del tono amistoso del encuentro.
El canterano Paulino, el albiazul más bullicioso en ataque, probó fortuna desde fuera del área, pero su disparo salió ligeramente desviado (m. 69). Y un error de Fuchs derivó en un mano a mano de Randy con Sivera que el portero alicantino supo resolver son solvencia (m. 73). Las excepciones a un encuentro sin demasiadas cosas que contar en las áreas. Ni siquiera cuando la propia inercia del duelo abrió más espacios. Los huecos tampoco generan fútbol cuando no hay exactitud en los pases. El balón se acercaba más a los aledaños de las porterías, pero ahí perdía fuerza.
«¡Dale ritmo!», seguía pidiendo Garitano. Pero ya era imposible cambiar la esencia del duelo. Intensidad había, pero se reducía fundamentalmente a la batalla y a los rechaces, a la disputa y las segundas jugadas. Faltaba fluidez en el juego y solo un error podía desnivelar la balanza. Lo cometió el Alavés en la salida de balón y una pérdida en el lateral acabó en las botas de Javi Gómez, que batió a Sivera de tiro cruzado (m. 83) sin más reacción que un disparo inofensivo de Twumasi en el descuento.
Fuenlabrada
Biel, Dani Fernández, David Prieto, Souley, Glauder, Cristóbal, Kato, Hugo Fraile, José Fran, Salvador y Jeisson. En la segunda parte también jugaron: Femenías, Iribas, Chico Flores, Clavería, Randy, Javi Gómez, Romero, Sergio y Miguel Ángel.
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Deportivo Alavés
Pacheco, Martín, Ely, Duarte, Adrián Marín, Luis Rioja, Pere Pons, Manu García, Javi Muñoz, Lucas y Joselu. En la segunda parte jugaron: Sivera, Rafa Navarro, Tachi, Ximo Navarro, Saúl, Twumasi, Dani Torres, Fuchs, José Luis (m. 60, Valero), Paulino y Demirovic.
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Gol: 1-0, M. 83: Javi Gómez.
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Árbitro: Juan Antonio Fernández (colegio castellano-leonés). Sin tarjetas, aunque el encuentro lo requería en ocasiones.
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Incidencias: Medio centenar de espectadores en un partido que se disputaba a puerta cerrada.
Volvió a lucir la segunda camiseta del curso pasado
El Alavés presentó el miércoles las equipaciones que utilizará en la temporada 2019-20, con la novedad del color granate 'Álava' de la segunda camiseta, pero todavía no están disponibles para el terreno de juego. Así, como ya ocurrió en el estreno de la pretemporada, en Sarriena contra el Leioa, el conjunto albiazul vistió de verde ante el Fuenlabrada, con la segunda indumentaria de la pasada campaña. En principio, repetirá también mañana ante el Albacete.
Ante la ausencia de una infraestructura adecuada para la disputa de un encuentro profesional, con varias casetas de obra a modo de improvisados vestuarios, los jugadores alavesistas salieron del hotel ataviados con la indumentaria de partido, adornada con las camisetas de entrenamiento, y se calzaron las botas una vez en las instalaciones deportivas, a unos cuatro kilómetros, cubiertos en autobús.
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