Las cuentas que alimentan la ilusión del Alavés

La historia este año es casi la opuesta. Basta con contrastar las cifras de puntuación de los equipos que ahora pugnan por la permanencia con las de los que lo hacen ahora. Y un dato refleja de forma elocuente ese contraste: con los 34 puntos que el Alavés amasa en su casillero se habría asegurado la salvación el curso pasado. Entonces descendieron el Cádiz (33), el Almería (21) y el Granada (21). Pero esos números que la campaña pasada fueron garantía de tranquilidad ahora solo le permiten al Alavés sobrevivir en el filo: en el puesto decimoséptimo y a apenas dos puntos de un descenso que se dirimirá casi sobre la bocina con una puntuación sensiblemente mayor a la temporada 2023-24.

La panorámica solo encuentra a un equipo fuera de esa tónica, un Valladolid ya descendido de forma matemática desde la pasada jornada -con 16 puntos en su haber está a 18 de la permanencia- víctima de su grave crisis institucional. Pero el penúltimo es un Leganés que con 30 puntos apenas se encuentra a cuatro del plantel albiazul. 32 tiene Las Palmas, el último que descendería, y por delante del Alavés están Girona (35) y Sevilla (37), invitados inesperados de última hora. Algo más tranquilos, pero no del todo, están el Valencia, el Espanyol y el Getafe, los tres con 39 puntos.

Lo cierto es que, aunque comprimida, la situación tiene al Alavés en un escenario prometedor. Si bien es una incógnita la suma de puntos necesaria para amarrar la permanencia, los albiazules se ven con la capacidad de depender de sí mismos para lograr el objetivo. Dos triunfos en los cinco encuentros que les restan -Atlético, Athletic, Valencia, Valladolid y Osasuna- les situarían con los 40 puntos que acostumbran a dar la tranquilidad en la élite.

También la historia le hace un pequeño guiño hacia la calma. En la última década, desde la temporada 2014-2015, solo tres equipos que a estas alturas de la campaña sumaban los 34 puntos que amasa el equipo de Coudet terminaron perdiendo la categoría. Para el resto, tener ese botín en su casillero ha sido una garantía. Las tres excepciones son el Rayo en la 2015-2016, que bajó pese a sumar 34 en esta jornada, el Girona de la 2018-2019 -tenía 34- y el Valladolid de hace dos cursos. Entonces, en la 2022-2023 también sumaba 35 puntos tras 33 jornadas, pero acabó descendiendo.

En esos casos, el denominador común fue un bajón de los equipos perjudicados en las últimas jornadas más que un arreón de sus competidores. El Rayo de 2016 solo sumó cuatro puntos en las cinco últimas jornadas, insuficiente ante un Granada que amasó nueve o un Sporting con diez. Abelardo fue entonces el héroe del bloque asturiano. El Girona de 2019 también frenó en seco: estaba a dos de la zona roja en la jornada 33, pero el hecho de sumar solo tres más en las tres siguientes jornadas le hizo incluso llegar descendido al último encuentro, en Mendizorroza contra el Alavés. Los fantasmas de esa temporada se vuelven a cernir ahora sobre el conjunto catalán, en la pelea de forma inesperada.

El precedente más reciente es el del Valladolid de hace dos cursos. Llegó con 35 puntos a la jornada 33, solo uno por encima del descenso que marcaba el Getafe. Pero los azulones escaparon y los cinco del Valladolid fueron insuficientes para dar caza al Almería, que se salvó con 41. En el resto de cursos la puntuación actual del Alavés ha sido garantía de permanencia. Aunque el sufrimiento fue casi siempre un ingrediente imposible de ignorar.