Coudet cambia la fórmula del gol en el Alavés
El regreso al esquema de un solo delantero refuerza a Boyé como referencia, devuelve a Toni Martínez el rol de revulsivo y relega a Mariano
El Deportivo Alavés volvió a ganar el sábado en Liga tras tres derrotas en un choque donde el Chacho Coudet replicó la fórmula que ... le había permitido cambiar el paso días antes frente al Barcelona. Aunque resultase insuficiente para ganar en el Camp Nou, el regreso al dibujo de tres centrocampistas y un delantero devolvió vigor al bloque albiazul. El encuentro ante la Real Sociedad, aunque decidido por medio de un penalti, recompensó la apuesta del entrenador por un sistema que parecía desterrado en favor de otro con dos delanteros, pero que ha recuperado vigencia en el tramo final del año. Esa modificación, eso sí, reabre también varios frentes en una delantera que en base a esa particular ley de la oferta y la demanda ha encarecido sus minutos.
La cuenta es sencilla. Con el 4-4-2, dos de los tres delanteros de la plantilla tenían garantizada la titularidad; pero con el 4-5-1 -con los matices que puedan ofrecer el comportamiento de muchas piezas durante el desarrollo de los encuentros- sólo uno puede partir de inicio. De momento Coudet lo tiene claro. Lucas Boyé fue el titular frente al Barcelona y repitió presencia en punta contra el conjunto donostiarra. Esta vez, con el premio de un gol desde el punto de penalti que con cierta fortuna pasó bajo el cuerpo de Remiro. Su tercera diana del curso liguero en once partidos. Los mismos que el hasta ahora máximo anotador en solitario del equipo, Carlos Vicente, autor también de tres tantos desde los once metros.
Más allá de esa recompensa, la más tangible, la apuesta por Boyé responde también a la preferencia de Coudet por un delantero con sobrada capacidad de buscarse la vida en solitario. El argentino responde de la mejor manera posible a ese perfil de ariete autosuficiente y con cualidades para sacar rendimiento de muchos balones que, de primeras, recibe sin ningún compañero cerca. Boyé domina el juego de espaldas y también es sobradamente capaz de girarse en ese contexto para buscar algún otro albiazul de cara a portería. Eso permite el doble objetivo de desahogar al equipo cuando el rival aprieta y también de generar peligro con un fútbol más directo. Sobre todo en contextos como los de los dos últimos partidos, ante rivales con más calidad para manejar la pelota. Por mucho que la pretensión vitoriana siga siendo la de ser protagonista.
3 goles
ha marcado Lucas Boyé, todos en Liga. El último, de penalti, el de la victoria contra la Real Sociedad
2 tantos
suma en competición liguera Toni Martínez,, a los que añade otros tantos en Copa ante el Getxo y el Portugalete
La decisión del técnico respalda al fichaje más caro de la historia de la entidad, cuyo desempeño es más que satisfactorio a pesar de que su cuenta goleadora sea aún modesta. Pero esa decisión también deja en un lugar incierto al que hasta ahora ha sido su acompañante en punta, Toni Martínez. El murciano ha pasado de disputar casi al completo los partidos contra el Girona y el Celta, además de encadenar seis titularidades, a sólo disputar diez minutos en el Camp Nou y a ni siquiera jugar frente a la Real Sociedad. Calentó durante gran parte del encuentro, pero Coudet optó por refrescar el resto de líneas y no la delantera. Es la primera vez que se queda sin jugar esta temporada, incluida la Copa. No permanecía inédito desde la penúltima jornada del curso pasado, el día de la permanencia matemática en Valladolid.
Espacio para Ibáñez
Toni Martínez suma dos goles en Liga, a los que añade otros tantos en Copa, y su papel en el ataque también ha sido solvente en líneas generales. En parte, fruto de una versión más asociativa del curso pasado, donde pecó de excesivo individualismo en ataque; en el actual, en cambio, también ha sabido adoptar el esforzado rol de única referencia ofensiva vitoriana. Eso también le ha convertido en un buen acompañante para Boyé. Esa convivencia ofrece como mejor muestra el duelo ante el Elche, con un gol de cada uno. Es por eso que Coudet no termina de desterrar la idea de volver al dibujo con dos delanteros. Un sistema que puede resultar propicio, por ejemplo, en encuentros en los que el Alavés pueda plantear sobre el papel mayor amenaza ofensiva que el rival. «Me gusta jugar con dos delanteros cuando están bien», señaló el Chacho a finales de octubre, cuando adoptó el esquema con dos puntas.
La presencia de un único punta complica aun más las posibilidades de Mariano de tener minutos
Muy diferente es la realidad del tercer delantero de la plantilla, Mariano. Si su cuota de protagonismo ya era reducida como primera alternativa, la vuelta al planteamiento con una referencia le sitúa con opciones remotas de jugar. Apenas amasa 54 minutos entre los cuatro partidos más recientes de Liga y ni siquiera la Copa le sirve como oasis. Tras marcar un triplete ante el Getxo, su desempeño fue más bien pobre ante un adversario también modesto como el Portugalete.
Eso plantea a Coudet la posibilidad de mirar a Ibaia para encontrar alternativas a los dos delanteros más asentados del primer equipo. Durante varias jornadas el argentino ha convocado a Diego Morcillo, que tuvo minutos en Girona y también marcó en el primer trámite copero. En Portugalete el elegido fue Aitor Mañas, que también tuvo minutos y luego entró en la lista ante la Real, aunque tampoco jugó.
El técnico también ha recurrido a Morcillo y Mañas como recursos, sobre todo en Copa
No obstante, el sacrificio de un delantero ha permitido al técnico albiazul solucionar uno de sus quebraderos de cabeza en el centro del campo. Esa plaza libre se la ha otorgado a Pablo Ibáñez, merecedor de más minutos aunque con el rol de suplente por detrás de Blanco y Denis. Ahora los tres pueden jugar juntos -aunque en el derbi Guevara ocupó el lugar del primero, sancionado-, lo que refuerza el planteamiento propositivo del entrenador y, de paso, equilibra una sala de máquinas que puede suministrar más balones al único delantero albiazul.
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