La coreografía del gol

Ambos han recuperado su mejor versión en Mendizorroza. Era el objetivo personal de cada uno. «Lo que más quería era tener la confianza del club, volver a jugar y sentirme importante. Y aquí lo estoy consiguiendo», subraya Joselu, que no se marca ningún objetivo particular a nivel goleador, «solo ayudar al equipo», pero ya está a un solo tanto de su mejor registro en la máxima categoría, los nueve que marcó en el Eintracht en la temporada 2013-14 (en el Castilla llegó a 26 entre Liga y promoción).

Delanteros complementarios que se sienten bien juntos. Once de sus 16 goles (cuatro de Joselu y siete de Lucas) han llegado con ambos en el campo. Una sociedad ilimitada que ha colocado al de A Coruña en el tablero de los rumores del mercado invernal. «Asegurar no puedo asegurar nada, pero esperemos que se quede, ojalá, porque bailar solo siempre es muy triste», reflexiona el punta de Silleda.

Pese a su gran rendimiento, su nombre, de momento, no ha aparecido en ninguna quiniela del bazar invernal. «Estamos a 28 de enero, estoy muy centrado aquí y tenemos un partido importante el fin de semana. Tenemos cosas más importantes en la cabeza», zanja. Sí reconoce que éste «es un mercado un poco peculiar, en medio de la competición, debes estar centrado en lo que tienes que estar...».

Complejo para los jugadores y para los clubes. Lo está sufriendo en propias carnes el Alavés, que, a solo tres días del cierre, aún se impone incorporar dos piezas, un mediocentro y un delantero. El pivote elegido es el serbio Ljubomir Fejsa, del Benfica, aunque la intromisión de otros equipos interesados ha enredado la operación. La siguiente incorporación albiazul, en cualquier caso, se antoja inminente.