Una continuidad alentadora

De esta forma y después de tres meses y medio de competición el Alavés ha dejado atrás una de las dudas, externas e internas, con las que arrancó la competición. Quizás la más importante. Es decir, cómo y cuándo iba a encajar en el grupo una parte ofensiva completamente nueva. Los Aleix Vidal, Luis Rioja, Burke, Joselu y Lucas Pérez. Aunque parezca ya una época prehistórica, el cuadro vitoriano jugaba hace apenas seis meses con Inui, Jony, Bastón y Calleri como póker ofensivo. El Alavés cambia de piel cada temporada y, hasta el momento, la nueva parece cuando menos de la misma calidad que la anterior.

No ha servido, eso sí, para que el conjunto albiazul logre hasta el momento protagonizar grandes sorpresas en esta campaña. Hace apenas ocho días, tras ganar en Eibar, la escuadra alavesista rompió una doble racha. La de lograr la primera victoria a domicilio y también la de encadenar dos triunfos consecutivos. Un respiro que le permite a estas alturas mantener todavía una ventaja de cinco puntos respecto a la zona de descenso. Frente al Real Madrid, sin embargo, se dio continuidad a una racha, con cierta lógica, claro, de complicaciones ante los rivales mejor situados en la tabla. De los duelos ante los nueve primeros el equipo albiazul solo ha podido rescatar dos puntos. El que llegó en Getafe en la tercera jornada (1-1) y el conseguido en Mendizorroza frente al Atlético de Madrid (1-1).

Ahora, antes de los enfrentamientos consecutivos ante adversarios de su Liga -Granada y Leganés- el Alavés tratará de seguir adelante con su buena serie frente a rivales de similar potencial. Porque 13 de los 18 puntos sumados en las quince primeras jornadas han llegado ante las cinco escuadras situadas justo por debajo en la clasificación. Con los triunfos ante Valladolid, Eibar, Mallorca y Celta, además del empate ante un Espanyol que sigue sin reaccionar y ayer volvió a caer en casa ante Osasuna.

Aunque evidentemente sin opción alguna de relajarse, el Alavés camina en esta competición con una proyección de sumar 45 puntos, alguno más de los necesarios para asegurarse una quinta temporada consecutiva en la categoría. Ahora, el foco se centra en el final de primera vuelta. Restan los duelos ante Granada, Leganés, Barcelona y, ya en enero, Betis.

El cuadro de Asier Garitano se encuentra en condiciones de lograr la segunda mejor marca en una primera vuelta desde el regreso a la máxima categoría. La mejor, que también lo fue de la historia albiazul, quedó en los 32 puntos del pasado ejercicio. Un año antes el equipo albiazul se quedó en los 18 actuales. En la primera campaña del retorno, aquella con Pellegrino en el banquillo alavesista, quizás la más similar a la actual, después de un titubeante inicio el Alavés cerró los primeros 19 encuentros con 23 puntos. Ahora, necesitará cinco en cuatro choques -uno de ellos casi prohibitivo en el Camp Nou- para al menos igualar esa marca.

La sensación es que el equipo albiazul se encuentra capacitado para cuajar un buen final de 2019, aunque también que la competición marca una exigencia de regularidad que no espera a nadie. La que ahora parece adquirir un Alavés poco a poco más reconocible.