La confluencia de los carrileros
El Alavés busca un refuerzo para la banda derecha y la recuperación de Adrián Marín altera el orden en la izquierda
iñigo miñón
Vitoria
Jueves, 17 de septiembre 2020, 01:47
El 3-5-2 de Pablo Machín admite matices. El punto de partida habla de tres centrocampistas que muevan el equipo y dos puntas, uno ... con libertad entre líneas (Lucas) y un delantero centro de referencia (Joselu); pero en pretemporada ya probó con un doble pivote y tres piezas ofensivas (entonces entró Borja Sainz), que funcionaban como dos mediopuntas y un ariete (3-4-2-1). Lo que no se toca en el libro de estilo del soriano son la defensa de tres y los dos carrileros profundos. Una idea que otorga un rol fundamental a las bandas.
Al entrenador alavesista le gusta hablar de 3-5-2 porque su plan es que los dos carrileros aprieten arriba al lateral contrario. Cuando es el rival el que domina el dibujo muta en un 5-3-2. Por eso los dos futbolistas que actúan en banda requieren de unas características específicas. No son extremos, aunque deben atacar y, a ser posible, desbordar. No son defensas, aunque, obviamente, deban perseguir a rivales hasta la propia línea de fondo y cuidar bien las espaldas –ahí entran en juego las coberturas del pivote y los centrales–.
Se busca un jugador de largo recorrido que dé profundidad al equipo y sea una pieza más en ataque. Se busca al Jesús Navas del Sevilla, los Maffeo y Mojica del Girona... Futbolistas de físico sobresaliente que sean capaces de ocupar todo el carril. Virtudes que no destacan en el Alavés. Se ha procedido a la reconversión de Edgar y Luis Rioja, los primeros titulares en la demarcación: el canario tiene condiciones y potencia, pero la faltan habilidades tácticas de base para alcanzar la regularidad defensiva; el andaluz es todo esfuerzo, pero, sufridor en la contención y escaso en el desborde, es evidente que sus facultades físicas le dificultan ser ese jugador que se haga cargo de todo el carril.
Adrián Marín se incorpora poco a poco
Faltan piezas. En la izquierda el club confía en Javi López y Adrián Marín, más potentes, más ajustados a las particularidades del carrilero largo. El canario, con el hándicap de la inexperiencia, ofreció buenos minutos en el estreno liguero. El murciano, residual en sus dos primeras temporadas como albiazul, entra en los planes de la dirección deportiva y del entrenador. Recuperado de una lesión que le ha impedido hacer la pretemporada con sus compañeros –empieza a entrenar paulatinamente con el grupo–, su puesta a punto puede dejar en una posición delicada al mencionado Rioja.
En la derecha se busca un refuerzo que encaje mejor en la idea que trata de implementar Machín –en la izquierda sólo si se diera una buena oportunidad de mercado–. El Alavés pensó en el valencianista Piccini, una opción complicada que terminó en el Atalanta. Sigue rastreando el escaparate en una posición a la que da prioridad. Busca un titular para esa banda, lo que relegaría a 'tercero de a bordo' a Martín. Podría ser reubicado como zaguero. «Yo estoy a disposición del míster para lo que requiera, donde él me vea yo también me veré», subraya el vitoriano.
«La idea del técnico nos gusta. Nos dice que confiemos en nosotros mismos, que creamos en nuestro juego, que el otro día también hicimos cosas buenas», precisa el lateral, que, a priori, parte con desventaja para hacerse con un hueco en el once.
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