Por lo visto, estos últimos tres buenos resultados obtenidos por el equipo han hecho que todos nos vengamos arriba. Al parecer se repite, se insiste ... y se da por hecha cierta fiabilidad en lo que respecta al juego albiazul confirmando una tendencia positiva. El problema es que cuando uno asegura tanto algo que está por llegar es porque no está tan seguro. O lo que es lo mismo, cuando se insiste mucho en una evidencia es que no es tal evidencia. Porque llamar tendencia a tres resultados buenos avalados por un juego cogido con pinzas es ser muy optimista. En el fútbol, igual que en la vida, tenemos la mala costumbre de llamar tendencia a un par de situaciones, resultados o hechos que se dan en un periodo corto de tiempo. Y las tendencias, como las estadísticas o los porcentajes, para que sean fiables, hay que refrendarlos a partir de cien referencias (muestra significativa).
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Sabemos que este juego es muy caprichoso, donde las mismas causas no producen los mismo efectos. Y deducir que el partido de hoy en Mendizorroza va a resultar fácil por el hecho de que nuestro rival, el Levante, aún no ha ganado un partido y es el que más goles encaja, sería una temeridad. Entre otras cosas, porque los resultados, en un sentido o en otro, pueden ser por o a pesar del juego, por sus méritos o deméritos. Algo que confirma el conjunto granota. Es un buen equipo que no ha hecho las cosas tan mal como para estar ahí. Pero las malditas y misteriosas dinámicas le están penalizando mucho. Quizá pasen tres o cuatro partidos, y esas mismas situaciones que por poco han sido negativas, por ese mismo poco, luego resultan que son positivas. Por eso, lo que más miedo me da es que se cumpla esa teoría que dice que cuando más tiempo lleva una dinámica establecida, antes está el momento en que eso cambie. Creo que es el peor rival que podríamos tener para confirmar que lo nuestro es tendencia y no flor de un par de días.
Y para ello está claro que no nos va a valer aplicar el guion del Camp Nou, hoy no se va aparecer en absoluto a dicho encuentro. Contra el Barça estaba claro, plan A, no quedaba otra. Pero contra el Levante, aunque sabemos que podemos jugar con su ansiedad y poder aplicar lo que últimamente nos ha ido bien -hacernos un poco los remolones dejando que ellos lleven la iniciativa- creo que tendremos que hacer algo más. Sacar mucho con poco es jugar a la lotería. ¿Qué hacemos si el partido se tuerce? ¿Habrá que aplicar el plan B o incluso el C? Y yo no tengo muy claro si el equipo dará para tanto. En este caso creo más en el plan C que en el B. O sea, directamente ir a la heroica y, a base de pundonor, asediar el área rival generando ocasiones de gol. Más que aplicar el plan B, llevando la iniciativa del partido dominando el juego, pero no tanto las ocasiones.
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