Como decía el escritor Virgilio Ferreira: «Ama lo imposible, porque es lo único que no te puede decepcionar». Y en estas andamos los alavesistas. A ... lo imposible lo llamamos resignación, esa virtud que lo hace todo más llevadero. Creo que nadie dudará de la diferencia entre jugarse la vida y jugarse la gloria. Un descenso de categoría es infinitamente más dañino que los beneficios que supone la gloria de un título cualquiera, incluida la 'Champions', como puede ser el caso de nuestro rival de hoy, el Villarreal. Como insiste Julio Velázquez: «Se debe de notar desde el minuto uno quién se juega algo de verdad». El problema está en que de lo que se trata es de jugar al fútbol y no simplemente de necesidad y valores.
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Hoy habrá que aplicar aquello que decía el difunto Luis Aragonés: «Se trata de ganar por lo civil o por lo criminal». Por cierto, yo no sé cómo se hace eso, lo mismo que cuando insistía con aquello de: «Ganar, ganar y volver a ganar». Lo paradójico fue que cuando más ganó fue cuando, jugó, jugó y volvió a jugar, que eso sí garantiza ganar, ganar y volver a ganar. Claro, si fuese por ganas de ganar, estaría todo solucionado, pero si se trata de jugar…
Ya sabemos que esto no son matemáticas, y para muestra el ejemplo del propio rival y sus últimos partidos en la Liga de Campeones. La eliminatoria en la que superó al Bayer de Múnich y la derrota por solo 2-0 del partido en la ida de las semifinales en Liverpool, solo se explican desde la incongruencia que muchas veces tiene el futbol. O lo que es lo mismo, lo inversamente proporcional que fueron los méritos o rendimiento mostrado en el juego, con respecto al resultado obtenido. Es lo que tiene este deporte. Así, de cien veces solo sale bien una, pero también vale.
Aunque hoy el Villarreal invertirá los papeles de la Champions. Sabemos que su 'modus operandi' es llevar la iniciativa del partido con el balón, con la posesión del mismo. Pero tampoco tienen ningún problema para jugar a otra cosa. Es más, posiblemente sea más peligroso jugando a la contra o con transiciones rápidas que sometiendo a los rivales en su propio campo. Es un conjunto muy completo y sería una ingenuidad por nuestra parte pensar que ellos vienen un poco despistados por estar inmersos en la semifinal de la Champions''. Y por lo tanto, Unai Emery alinee a la segunda unidad. No nos equivoquemos, la segunda unidad del Villarreal es mucho mejor que la primera nuestra.
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Y entonces, ¿cómo planteamos el partido? Yo apostaría por un repliegue intenso con bloque bajo, que eso garantiza seguridad defensiva, confiando en que en algún robo siempre aparece alguna buena contra. Pero claro, si con lo que nos jugamos se pierde esperando atrás, no habrá perdón de Dios.
Siempre está mejor visto salir a pecho descubierto que tiene más atenuantes. O sea, presión alta a pesar del riesgo que eso supone atrás. O plantear una cosa intermedia, alternando estrategias en función de las circunstancias del juego y el partido, porque dentro de un partido hay muchos minipartidos.
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Lo que sí tengo claro es que de cualquier manera, si se pierde, no habrá consuelo.
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