Mendizorroza desafía su mejor racha histórica
El Alavés encadena seis partidos invicto en casa, donde su última derrota data del 13 de abril: «Nos sentimos fuertes, seguros y tranquilos»
El Alavés eleva las robustas murallas de Mendizorroza para hacer de su estadio un fortín infranqueable, inexpugnable, intachable... En definitiva, «invencible», como reconoció ayer Facundo ... Garcés. La recta final de la temporada pasada y el arranque de ésta pone de manifiesto el vuelco que ha dado el feudo del Paseo de Cervantes. De bicoca a fortaleza. Los hombres de Eduardo Coudet sumaron ocho puntos en las decisivas últimas cuatro jornadas disputadas en casa, justo cuando más necesario era. Gran parte de la permanencia se selló al calor de su afición. Un impulso que mantiene la inercia en el comienzo de la presente temporada y que resultará clave para sellar la permanencia «lo más rápido posible».
La agónica victoria, aunque «justa» como reconoció Coudet, contra el Levante (2-1) y el empate ante el Atlético de Madrid (1-1) alargan esta relevante racha a seis partidos. Lejos queda aquella derrota contra el Real Madrid (0-1) el 13 de abril. Entre medias, los triunfos ante la Real Sociedad y Valencia (ambos por 1-0) y los empates ante el conjunto colchonero (0-0) y Osasuna (1-1). Media docena de partidos en los que sólo ha encajado tres goles. El equipo se acerca al récord de 10 partidos que encadenó sin conocer la derrota en Primera entre las temporadas 2017-18 y 2018-19.
La plantilla albiazul confía en actualizar también esa estadística, al igual que la referida a los veinte años sin ganar en San Mamés. En el horizonte más inmediato aparece ahora el Sevilla. El conjunto hispalense pondrá a prueba la contundencia de los pilares del templo albiazul. El central, internacional por Malasia, tiene claro cuáles son las principales armas con las que buscarán asaltar Mendizorroza. «Es un equipo muy intenso, con duelos. Vamos a tener que estar muy concretados y finos a la hora de circular el balón». El equipo dirigido por Matías Almeyda suma ya siete tantos, con Isaac Romero como principal amenaza.
Real Sociedad, Atlético por partida doble, Valencia, Osasuna y Levante no han logrado ganar en Vitoria
últimos rivales
Un terreno en el que se siente cómodo. «Éste es un buen partido para ello», señaló el central argentino. Un mensaje en el que aludió a la posibilidad de dar continuidad a esta positiva dinámica en casa, pero también a las buenas sensaciones en lo defensivo. «Cuando entro a Mendizorroza me siento con fuerza, me siento seguro y tranquilo». Una atmósfera que se acoraza con el empuje de la afición. «Que confíen en nosotros, no les vamos a defraudar», prometió, acerca de firmar una victoria para estrenar los dos dígitos en la clasificación.
Lograrlo pasa principalmente, como resaltó, por mantener la portería a cero. Un cometido que centra la preocupación del zaguero albiazul. Ya lo confesó en una entrevista con este periódico: «Soy un enfermo de mantener la portería a cero». El curso pasado los vitorianos llegaron a encadenar 14 partidos encajando goles, aunque por entonces no había debutado Garcés. Pero sí ha sido titular en estas primeras cuatro jornadas en las que han recibido tres goles. «Era algo que me estaba molestando», reconoció ayer, respecto a los goles recibidos. «Gracias a la portería a cero conseguimos una victoria muy importante. Si lo mantenemos, alguna ocasión vamos a tener», explicó, sobre el triunfo en Bilbao.
La clave pasa por mantener la «intensidad» defensiva que predica Coudet. En las primeras cuatro jornadas, el Alavés ha firmado 191 recuperaciones de balón. Unas acciones –aéreas y sobre el verde– que no sólo frenan las embestidas rivales, sino que son el primer paso hacia la meta de superar al rival. Más datos: 34 pases cortados, 41 entradas certeras y 123 despejes. Una misión, la de malograr las ocasiones rivales, que encabeza Garcés.
«Me molesta no conseguir la portería a cero. Si lo logramos, alguna ocasión vamos a tener»
Facundo Garcés
La marcha de Santiago Mouriño al Villarreal abrió una grieta en una defensa que se había mostrado intratable el curso pasado. Sin embargo, rápido ha conseguido el Chacho sellar este hueco. El entrenador argentino reubicó a Tenaglia en el eje de la zaga. Y junto al de Saladillo, Garcés ha formado una sociedad que se ha mostrado solvente. «Tratamos de generar un lazo, buena química, como lo había hecho con Mouriño. Nos estamos sintiendo muy cómodos. Antes en el sector de la banda y ahora en el sector central». No es la única baza que tiene Coudet para armar la defensa. En San Mamés debutó Pacheco y durante la pretemporada utilizó a Parada como central, aunque ahora ha vuelto al lateral zurdo.
Capitán sin brazalete
Esta transición ha provocado el ascenso de Garcés de soldado raso a capitán general de la defensa. Un rango en el que se siente cómodo. «Trato de liderar la línea defensiva. No llevo un brazalete pero los compañeros creen en mí». El cortafuegos que provoca que la medular se desenvuelva sin presión. «Trato de conseguir que los de la línea del medio y arriba sean libres, hasta de perder balones».
Y cuando los contrarios encuentran una fisura por la que avanzar su juego, entonces aparece Sivera. «Es un animal en la portería, nos da mucha confianza», elogió. El meta alicantino ha firmado en estas primeras cuatro jornadas grandes intervenciones que bien han valido puntos. Ante el Atlético de Madrid, en el minuto 84 evitó que un cabezazo en el área pequeña de Sorloth rompiese la igualada. Aún más importante resultó la intervención a Berenguer para amarrar la victoria en San Mamés.
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