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La plaza de toros Vitoria en los años 60. FUNDACIÓN SANCHO EL SABIO

Una novillada a beneficio del club

Historias en albiazul (1961) ·

Jueves, 6 de enero 2022, 00:45

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En la primavera de 1961, el Alavés estaba a punto de terminar la Liga regular en Tercera División. El equipo estaba haciendo una buena campaña pero, como tantas veces, tenía dificultades financieras. La Directiva presidida por José Ustaran trataba por todos los medios de conseguir ingresos extras. Para ello organizó una «monumental novillada a beneficio del Deportivo Alavés» el 2 de abril, en colaboración con la Peña Taurina Vitoriana. En principio, la idea no era mala, dado que sería la inauguración de la temporada en la plaza de Vitoria.

Además, era el domingo de Pascua, un día especial después de la Semana Santa, en la que no había espectáculos públicos, reservándose por ejemplo ese día para los grandes estrenos cinematográficos. En 1961, por ejemplo, los cines vitorianos estrenaron una versión a todo color de 'Los viajes de Gulliver'; el western 'El hombre de las pistolas de oro', de Edward Dmytryk, con Henry Fonda y Anthony Quinn; y 'Psicosis', que la cadena VESA anunció con un inquietante «Empiece usted a temblar. Se acerca la hora H de Hitchcock: el film más tremendo del rey del suspense». Además, ese domingo no había Liga y los jugadores albiazules disputarían un amistoso en Atocha contra el Sanse, el filial de la Real.

Todo estaba previsto para el éxito de la iniciativa. La prensa animó a acercarse a la plaza, dado que los precios eran «popularísimos» (10 pesetas en los tendidos de sol y 20 en sombra): «Cabe suponen –al no haber otro acontecimiento mañana– que la plaza registrará una buena entrada y que el beneficio resultará provechoso». Sin embargo, el día anterior se anunció que uno de los novilleros previstos, 'El Albageño', que estaba cumpliendo el servicio militar en San Fernando (Cádiz), no había conseguido permiso para desplazarse a Vitoria. En su lugar, «el Deportivo Alavés ha contratado a otro novillero puntero, triunfador últimamente en la plaza de Alicante, donde ha toreado seis tardes seguidas. Se trata de Manolo Carrillo, un joven novillero de 17 años, que será el encargado de alternar mano a mano con 'El Duende'».

Ambos lidiarían cuatro novillos de la ganadería salmantina de Policarpo Lozano. Como sobresaliente, por si había algún problema con los titulares, actuaría el vitoriano Luis Barrera 'Barrerita'. Los problemas continuaron el día del festejo: el tiempo no acompañó, lo que hizo que no fuera mucha la gente que se animara a ir, ni siquiera pensando en ayudar al Alavés: hubo «muy floja entrada en la sombra y bastante decente en las restantes localidades. Aunque no tanto, ni mucho menos, para proporcionar al Deportivo Alavés un ingreso de consideración; que mejor lo hubieran tenido dentro del campo de fútbol, en cualquier competición modesta».

Se especulaba que la Junta albiazul, para obtener mayor beneficio, había optado por un programa barato, pero el cálculo no había funcionado, pues no solo la entrada fue mala sino también la sensación que dejó el espectáculo: «No hubo –no lo pudo haber– un solo espectador que saliera satisfecho de la plaza». Según los críticos, el fracaso fue debido a la poca calidad de los novillos lidiados ese día. Paradójicamente, el más aplaudido fue el diestro local 'Barrerita', que salió unos momentos durante la lidia de los dos últimos novillos. Con el estilo propio de la época, un reportero concluyó que lo mejor habían sido «las cuatro bellas presidentas que realzaron el palco principal: Conchita Buesa, Elvira López Linares, Begoña Ortiz de Guzmán y Esther Ustaran». Eso, y que «la corrida fue breve; menos mal».

Tampoco el Alavés tuvo suerte en el amistoso en Atocha, pues fue derrotado por 2-1, «haciendo un partido deslavazado y poco afortunado». Destacó «la veteranía de Gorospe, muy seguro». Menos mal que las malas sensaciones de ese día no se reflejaron en la Liga regular, donde el equipo babazorro terminó primero y ascendió después a Segunda. Además, a la Directiva le quedó claro que era mejor dedicarse al fútbol… y no a los toros.

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