Demasiado castigo
EL ANÁLISIS ·
En un duelo crucial con un valor de hasta 'siete puntos', el Alavés se dejó anoche en el camino media permanencia en Primera División ante ... un Mallorca que puso esa distancia de por medio más el 'average'. Y aunque a domicilio, el conjunto albiazul mereció mejor suerte -por lo menos un empate como mal menor- jugando esta vez mejor que un rival directo, que únicamente le superó en el marcador.
Con la principal inclusión de Manu García en el once de salida, el equipo albiazul mejoró en el manejo de la pelota en campo contrario superando claramente a su oponente. Y suyo fue el dominio del juego y las mayores ocasiones de gol, aunque otra vez sin los réditos suficientes. Porque cuando dejas los deberes para el final, el destino te puede jugar una pasada con la diosa fortuna de espaldas.
De esta forma, la primera parte fue determinante con dos tantos en la portería de un incrédulo Pacheco. Y además en los únicos disparos bermellones a puerta de todo el encuentro, así como un gol tempranero que nos anuló el VAR, un mecanismo que ya parece una lotería. Hay que reconocer que el arbitraje dejó mucho que desear con todas las jugadas dudosas en contra del Alavés. Y que al equipo le partieron la cara donde más le duele, es decir, a balón parado. También le cuesta un mundo perforar la portería contraria y hasta ya avanzada la segunda mitad no se pudo meter en el partido.
Cómo no, intervino el goleador albiazul Joselu, aunque ayudado por un defensa contrario para acortar distancias con un tanto en propia meta. Las sustituciones tampoco arreglaron el panorama, incluso con tres puntas en los minutos de la angustia y con el entrenador Julio Velázquez ya a la desesperada. Y todo ante un Mallorca que se defendió como gato panza arriba, con escaramuzas mediante contados contragolpes y su técnico, Javier Aguirre, oxigenando a sus hombres con las sustituciones.
Conclusión. Ahora es el Cádiz -por cierto, el equipo de los de abajo al que mejor ha sentado el relevo en el banquillo- el adversario que marca la línea roja con seis puntos de ventaja sobre el Alavés. Sabiendo que nos visitará en la última final de las cinco que quedan en el campeonato, nuestra salvación sería llegar a esa jornada en Vitoria con tres puntos por debajo, sin contar, claro, con otra escalada del Granada o Levante.
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