Una piedra lanzada contra el autobús del Alavés empaña la previa
No se han producido heridos por el impacto más allá de la rotura de la luna lateral, que el club albiazul ha condenado. Ha trastocado una tarde hasta entonces tranquila
Una piedra que ha impactado en la luna de la puerta delantera derecha del autobús del Deportivo Alavés ha empañado una tarde que hasta entonces transcurría sin incidentes. El ataque ha sucedido cuando el autocar llegaba a Mendizorroza. No ha habido que lamentar heridos, más allá del sobresalto por el inesperado impacto y la rotura de la luna lateral.
Los daños han quedado registrados por medio de una fotografía que constará en el informe del partido. El vehículo, de la compañía Autobuses Arriaga, ha sido conducido a las cocheras de la compañia, en Portal de Gamarra. El autobús está rotulado con el diseño y los colores albiazules. Otro autocar está personalizado para las Gloriosas.
El Alavés ha condenado el suceso. «El Deportivo Alavés muestra su rechazo más contundente ante los actos violentos que han tenido lugar este sábado en los aledaños del estadio de Mendizorroza», ha compartido en un comunicado en su web. La entidad, además, «investigará lo sucedido y tomará las medidas oportunas con las personas que hayan podido participar».
Los aficionados del Racing de Santander han comenzado a llegar Vitoria a lo largo de toda la mañana del sábado, pero ha sido a primera hora de la tarde cuando ha llegado la mayor parte del grupo. Lo ha hecho con Zabalgana como punto de encuentro y entre amplias medidas de seguridad para evitar posibles incidentes con parte de la hinchada albiazul.
La Plaza Labastida ha sido el punto de peregrinaje de los aficionados cántabros. Ahí ha imperado la tranquilidad y el buen ambiente, con los bares como centro de sus previas. Los establecimientos, eso sí, han tenido que recoger sus terrazas para dificultar posibles conatos de pelea. Aunque se ha respirado la paz entre los más de dos centenares de aficionados cántabros.
Seis furgones
En cualquier caso, la presencia de efectivos policiales ha sido elevada desde antes de la hora marcada para la quedada. Así, hasta seis furgones de la Ertzaintza se han situado en cada una de las cuatro entradas del recinto para controlar cualquier posible trifulca. Sin problemas y con los aficionados de Racing compartiendo charla y cerveza. Un grupo, incluso, ha llevado desde tierras cántabras su propio tirador y barril.
De ahí, el contigente -que ha ido sumando piezas- se ha desplazado a Mendizorroza. Algunos de los autobuses de aficionados han llegado más tarde de la hora prevista, ya que han sido inspeccionados por efectivos policiales en la autopista. El encuentro, al contrario que en la primera vuelta, no ha sido declarado de alto riesgo. Aunque ya han registrado incidentes en el pasado. Especialmente notorios fueron los acontecidos a finales de 1999 en Mendizorroza, en un duelo que fue suspendido por la nieve, saldados con destrozos y aficionados detenidos por la Ertzaintza.
