El Alavés B supera al desahuciado Subiza y acaricia la permanencia

Tercera victoria seguida y séptima jornada consecutiva sin perder de un Alavés B que, tras vencer con solvencia al Subiza con un doblete de Aimar, queda a un paso de firmar la salvación matemática en Segunda Federación. El filial babazorro encarriló muy pronto el triunfo, cuarto en sus cinco últimas salidas, ante un rival que se jugaba prolongar una semana más su agonía, pero que regresa a Tercera Federación después de una única campaña en la categoría.

Molo Casas introdujo cuatro novedades en el once titular, en el que tuvieron cabida Palacios, Lander, Aimar y Lucas Moura. Precisamente, el punta brasileño contribuyó en el juego directo adoptado en los primeros compases del choque a generar un saque de banda en campo contrario que se convirtió en el origen del 0-1. Egoitz se encargó de reiniciar el juego pegado a la cal y, tras enlazar una rápida pared con Lander, envió un centro al área pequeña que halló al goleador Aimar.

El tempranero tanto materializado por el extremo alavés no alteró el escenario del partido entre dos conjuntos que aplicaron un ritmo alto al juego. A pesar de su delicada situación clasificatoria, el Subiza demostró los argumentos que le habían valido para ganar sus dos anteriores partidos como local.

El cuadro navarro replicó con una ocasión clara. Los pupilos de César Monasterio consiguieron girar el juego en terreno contrario a gran velocidad y localizar a Aguinaga en una situación clara de disparo a la altura del perfil izquierdo del balcón del área, pero la reacción de Swiderski resultó inmejorable. El meta francocanadiense sacó una mano alta con la que desvió el potente lanzamiento a saque de esquina.

Con el paso de los minutos fueron creciendo los síntomas de madurez competitiva de los albiazules, que supieron controlar el juego y gestionar la ventaja. El cuadro babazorro defendió con inteligencia y fue capaz de representar una constante amenaza para el conjunto rojillo. Arzak, desde su banda, se sintió cómodo para alimentar a sus compañeros en los últimos metros. El extremo zurdo apuró al máximo la línea de fondo y sacó un centro tocado hacia la altura del punto de penalti cuyo receptor fue Lucas Moura. Sin embargo, seguramente influenciado por la dificultad de la altura a la que tuvo que colocar la pierna de remate, la volea picada del brasileño se marchó unos escasos centímetros por encima del travesaño.

En el segundo acto el Alavés B no solo evitó caer en la trampa de la relajación, sino que renovó energías en busca de un segundo gol. Y los pupilos de Molo encontraron la recompensa nada más reanudarse el partido, en una jugada en la que volvieron a aparecer varios de los protagonistas principales del primer tanto de la mañana. Lander alzó las alas para prolongar de cabeza el envío en largo de Swiderski y habilitar en un solo pase a Aimar en el mano a mano frente al guardameta local. El extremo alavés, más inspirado que nunca de cara a portería, no falló en la definición con un zurdazo cruzado.

El segundo tanto del filial vitoriano dejó muy tocado a nivel emocional a un Subiza que, a pesar de las adversas circunstancias y de la confianza que transmitía el Alavés B, se aferró a un mínimo atisbo de reacción. Sin embargo, el cuadro rojillo chocó una y otra vez con Swiderski. El guardameta de la escuadra vitoriana leyó los peligrosos botes de un disparo de Auria desde el balcón del área para despejar el lanzamiento a córner. También apareció el prometedor portero del filial albiazul para negarle el gol a Ciáurriz en la salida de un córner y poner a salvo tres puntos que dejan la permanencia a tiro de los de Molo.

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