El Alavés regalará una bandera a cada aficionado el viernes en Mendizorroza
El club busca hacerse fuerte en casa tras dos derrotas consecutivas y apela a la comunión con la grada para batir al Mallorca
El duelo de este viernes ante el Mallorca no es uno más. El Alavés necesita revertir la mala racha en la Liga, donde acumula cinco derrotas consecutivas, y recuperar la fortaleza como local. Los albiazules han caído frente al Barcelona y al Valladolid en su estadio, que debe ser el bastión sobre el que construir la permanencia. El club apela a la comunión entre la grada y el equipo, y ha optado por regalar banderas a los aficionados que acudan al templo del Paseo de Cervantes.
El Alavés comenzará a repartir las banderas a partir de las 20.00 horas en los accesos al estadio. «El objetivo es que cada aficionado lleve con orgullo los colores del Deportivo Alavés y sume su apoyo al equipo en lo que promete ser una emocionante noche en Mendizorroza», ha anunciado la entidad vitoriana, que reconoce que el choque ante los bermellones será «importante».
Con esta iniciativa, el Alavés persigue dar un «impulso» al equipo con un gran ambiente, y contrarrestar así el hándicap de que el choque vuelva a disputarse en viernes. Es cierto, al menos, que en esta ocasión será en día festivo, lo que puede facilitar la asistencia a algunos aficionados que en un día laborable no podrían asistir.
Los focos del alavesismo apuntan al choque de este viernes, con aroma a partido trascendental. Los albiazules, que firmaron un notable arranque de curso, se han diluido en la fragilidad defensiva y en una preocupante pérdida de la identidad que mostraron en las primeras jornadas. Encadenar una sexta derrota, con permiso de la discreta victoria ante el Compostela en Copa, empezaría a generar nerviosismo en el club albiazul, ahora sólo un punto sobre la zona de descenso.
