El Alavés quiere ahuyentar sus fantasmas
Los de Coudet aspiran a terminar con su sequía y traducir las buenas sensaciones en puntos frente a un Espanyol que cotiza al alza
El vestuario del Deportivo Alavés considera que la balanza entre los méritos futbolísticos y los puntos está desequilibrada en las primeras 10 jornadas. «Cuando ... pierdes no hay ninguna satisfacción, pero sí que hay una idea clara de que, con el tiempo, el fútbol nos va a recompensar», lamentó Eduardo Coudet después de la derrota (1-0) en Vallecas. Un tropiezo ante el Rayo que dejó el contador albiazul en 12 puntos una vez consumido un cuarto del campeonato.
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La victoria (3-1) sobre el Elche con la que los vitorianos se fueron al parón fue un alivio para un Alavés seco de goles. Encadena dos jornadas –Valencia y Rayo– sin marcar. Su falta de puntería en el área rival condiciona la solidez en la propia, que le ha llevado a ser el equipo menos goleado de Primera (9 tantos encajados). «Si perdonas, lo pagas. Hay que obsesionarse con hacer goles porque es lo que nos ha faltado estos últimos encuentros», reclamó el Chacho a un bloque asentado ya con dos puntas –Toni Martínez y Boyé–.
El festín realizador frente al Getxo (0-7) en Copa no sirve de termómetro ofensivo para unos babazorros que aspiran a tener frente al Espanyol en Mendizorroza un punto de inflexión similar al que vivieron ante el Elche. «Compiten bien y tienen menos puntos de los que merecen», avisó Manolo González, quien comparte diagnóstico con Coudet sobre la trayectoria de un Alavés que lleva todo el curso instalado en la zona media. Una tranquilidad clasificatoria que puede transformarse en inquietud si los resultados no acompañan a un conjunto que «ha merecido más en los últimos partidos» como indicó Toni Martínez. «Es doloroso cuando, al final, te vas con las manos vacías», añadió Coudet.
«Cuando pierdes no hay ninguna satisfacción, pero sí que hay una idea clara de que, con el tiempo, el fútbol nos va a recompensar»
Eduardo Coudet
Entrenador del Alavés
Pero las buenas sensaciones en cuanto a posesión, ocasiones y presión que se han traducido –en largos tramos– en un fútbol fluido y reconocible necesitan transformarse en goles y puntos ante un Espanyol en puestos europeos que luce la etiqueta de revelación del campeonato. El exalbiazul Kike García y Roberto son los tanques de un acorazado que percute también con extremos incisivos como Pere Milla –cuatro dianas–. Una dura prueba de estrés para la maltrecha defensa albiazul.
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«Tengo confianza en que el que sea titular lo hará bien», apuntó el Chacho. El cruce copero da algunas pistas de cuál puede ser este domingo la línea de cuatro. Jonny y Tenaglia no viajaron a Gobela, Parada fue relevado en el descanso y Yusi jugó un cuarto de hora. El lateral izquierdo madrileño, que rindió a gran nivel frente al Rayo tras entrar por el lesionado Pacheco, emerge como favorito para sustituir en el eje de la zaga al defensa navarro mientras se cura de su rotura en los ligamentos de su hombro izquierdo. Diarra y Benavídez –90 minutos como central en Getxo– son las otras opciones para recomponer un muro sólido a pesar de llevar un mes resquebrajado por la sanción a Garcés.
Poblar la medular
Coudet no terminó «satisfecho», como él mismo declaró, tras la derrota en Vallecas, pero sí le gustaron los minutos de su Alavés con cuatro medios en un dibujo que ya lució en la segunda mitad en San Mamés. Con Guevara de ancla tras el cambio de Blanco –vio una amarilla y el técnico no quiso correr riesgos–, Denis Suárez acompañó al vitoriano en el doble pivote, con Pablo Ibáñez de interior derecho y Aleñá de izquierdo. Un esquema en el que los cuatro medios combinaban e imprimían ritmo al juego en la medular, dejando las bandas libres para las subidas de Jonny y de Yusi.
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La opción de juntar cuatro medios (Ibáñez, Denis, Blanco y Aleñá) es del gusto del Chacho
La lesión de Pacheco impulsa a Parada como central, con Diarra y Benavídez en la recámara
Un plan que podría tener continuidad frente al Espanyol –Calebe y Carlos Vicente también optan a ocupar la derecha– en un encuentro de alta intensidad física. «Veremos cómo están todos», anticipó Coudet atento al desgaste en las piernas provocado por jugar sobre césped artificial en Getxo. El duelo frente a los periquitos está marcado en rojo para un Alavés que en Vallecas disputó la tercera de seis jornadas claves ante rivales de 'su Liga'. Una «seguidilla» con el parón de por medio que se completará frente a Espanyol, Girona y Celta, con dos de esos duelos en Mendizorroza. Un escenario «cómodo», como proclama el Chacho, para ahuyentar fantasmas tras diez jornadas en las que los resultados les han dado en varias ocasiones calabazas «sin merecerlo».
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