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El Deportivo Alavés cerró el mercado invernal ayer a media tarde. No hubo intentonas de última hora ni movimientos a la desesperada. Solo el fichaje de Carles Aleñá (Mataró, Barcelona; 27 años). El centrocampista catalán llega cedido desde el Getafe, rival albiazul en Liga ... este mismo domingo, hasta el final de temporada y con la misión de profundizar en la reconstrucción ofensiva que la entidad albiazul ya puso en marcha la semana pasada con el aún inédito Pau Cabanes. Fue una tarde más tranquila que de costumbre para un Alavés que afronta ya sin distracciones la carrera por la permanencia.
El Alavés clausura la ventana con tres fichajes. Porque el de Facundo Garcés, aunque se cerrara en un ahora lejanísimo verano, también computa como tal. Si bien su incorporación tiene poco que ver con las de Cabanes y el propio Aleñá. El argentino llega libre y con un contrato hasta 2028, mientras que los otros dos aterrizan a préstamo hasta final de temporada. La entidad albiazul volvió a explorar una fórmula de sobra conocida, óptima para sus apuestas a corto plazo por un futbolista ansioso de probarse en la élite y otro necesitado de recuperar la continuidad.
La tradición oficiosa albiazul instauró hace años unos cierres de mercado frenéticos. El de esta ventana ha sido algo menos atropellado, pero la entidad albiazul buscaba en las últimas horas una guinda para la segunda mitad de la temporada en un mar de oportunidades mercantiles. El Alavés se valió de los serios problemas con el límite salarial de un Getafe en apuros y también necesitado de fichajes para encontrar en Aleñá otro centrocampista versátil y de buen pie.
Apenas ha disputado once partidos y 500 minutos hasta ahora, sin hueco para un Bordalás que ha apostado por perfiles más rocosos. Sin embargo, el catalán, azulón desde 2021 y con contrato hasta 2026, se ha endurecido y aplicado en defensa con el técnico alicantino. Lo necesitaba. No en vano, portó durante años el cartel de gran joya de la cantera del Barça. Ahí dio muy pronto muestras de su potencial. Tanto, que el club blaugrana lo sumó a su benjamín pese a que él era aun más joven sabedor de que el Espanyol estaba detrás. De ahí pasó por todas sus categorías inferiores, siempre un año por encima del que le tocaba, intercalando presencias con España sub-16, sub-17, sub-19 y sub-21.
Era, y sigue siendo, un futbolista técnico, con un notable golpeo de zurda y buena llegada desde segunda línea. Capaz de jugar de mediocentro o en una posición algo más adelantada, entre el interior y la mediapunta. También puede caer a la derecha. En 2017 debutó con el primer equipo blaugrana, pero esas virtudes no fueron suficientes. Por eso buscó minutos a préstamo en el Betis y en el Getafe.
Aleñá es la última piedra de una renovación ofensiva imprescindible para paliar las bajas de Luka Romero, Abde y Stoichkov. Nueva remesa de perfiles que suplan el irregular desempeño de un ataque necesitado de mayor continuidad y recursos. La defensa se queda casi igual. No hubo más movimientos. Pica y Sedlar, pretendidos por Burgos y Zaragoza, seguirán en plantilla hasta el final del curso.
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