El Alavés esquiva los golpes del mercado

El Alavés ve ahora el frente despejado a solo cuatro días de que arranque la Liga, lo que le permitirá trabajar con ciertas garantías y sobre una base ya conocida que además le aporta gran seguridad de cara al inicio de campaña. Los cimientos continúan sólidos en una defensa que ha resultado determinante para consolidar el crecimiento del club. El futuro de Laguardia, eso sí, llegó a encontrarse lejos de Vitoria por el fuerte interés que había mostrado el Valencia. Al central, feliz en el conjunto albiazul, tampoco le disgustaba la opción de fichar por el equipo blanquinegro, que le ofrecía un considerable aumento salarial y la oportunidad de disputar la Champions, quién sabe si por última vez en su carrera.

En cualquier caso, el club de Mestalla nunca llegó a mostrar una disposición real por realizar un desembolso superior a los 10 millones de euros por un refuerzo que partiría como cuarto central en su plantilla. El conjunto albiazul, además, no podía tasar a su futbolista por el rol que tendría en su nuevo destino, sino por el ascendiente y la jerarquía que posee en el Alavés. En este sentido, la entidad de Mendizorroza ha sido siempre tajante a la hora de dejar salir a sus figuras. Se muestra abierto a negociar, pero siempre por una cantidad que sea irrechazable y que le permita invertir en su proyecto a largo plazo sin poner en riesgo la continuidad del equipo en la máxima categoría.

El central zaragozano, casi inédito en pretemporada por sus lesiones musculares -apenas disputó nueve minutos en La Romareda-, afronta su sexta temporada en el Alavés como uno de los capitanes de la plantilla y como buque insignia del proyecto del club. Laguardia se siente parte esencial del crecimiento que ha protagonizado el conjunto albiazul en los últimos años, y nunca ha descartado incluso retirarse con el equipo vitoriano, aunque siempre con un discurso prudente y realista, sin palabras grandilocuentes ni frases lapidarias. En este sentido, el hecho de que el Valencia desestimara su fichaje y optara por Eliaquim Mangala no supone en absoluto un golpe crítico para el jugador desde el punto de vista anímico, ya que el futbolista, con contrato hasta 2022, contaba con seguir en Vitoria al inicio del verano.

El nombre de Laguardia se encuentra ligado de forma casi ineludible al de Fernando Pacheco, tanto por su trayectoria conjunta en el Alavés como por el recurrente interés que suscitan en el mercado. El guardameta no se ha visto de momento tan tentado como el defensor en el presente periodo de fichajes, pero es sin duda uno de los hombres con mayor cartel en la plantilla de Asier Garitano. El Alavés, no obstante, lo considera un valor fundamental y solo lo dejaría escapar por un traspaso de dos cifras, de al menos 15 millones. El extremeño, pese a su escaso protagonismo durante la pretemporada, se encuentra sin propuestas de otros clubes sobre la mesa.

Pero al margen del ya habitual baile de nombres, el central y, sobre todo, el portero no fueron los protagonistas de las ofertas más suculentas que llegaron al conjunto albiazul. Guillermo Maripán se vio con pie y medio fuera del Alavés. El propio jugador chileno manifestó durante los primeros días del verano que disputar la Premier inglesa era «un sueño de niño», visto el interés que había despertado en el West Ham de su compatriota Manuel Pellegrini. Sin embargo, a medida que avanzó la Copa América y su posible fichaje se enfrió, el central matizó su discurso y aseguró sentirse «cómodo» en Vitoria. «No sé si es el momento de cambiar», dijo.

El club, por su lado, llegó a rechazar una oferta de 15 millones de euros procedente de la Premier, aunque se debió más a una cuestión de los ritmos del mercado y a que el jugador se encontraba concentrado con su selección que a una cuestión de cantidad. La entidad del paseo de Cervantes, de hecho, habría aceptado desprenderse del defensor por una cifra similar o algo superior. Y es que aunque Maripán entra de lleno en su planes, su situación contractual puede volverse delicada a partir del próximo verano, cuando tan solo le quedará un año de relación con el equipo albiazul.