Alavés-Espanyol (hoy, a las 14.00h.)
Con la urgencia absoluta de ganarEl Alavés afronta un duelo de alta tensión ante el Espanyol para salir de los puestos de descenso y reforzar la mejoría en el juego
De las necesidades a las urgencias. El Alavés está obligado a ganar. En la ecuación ya no cabe ninguna otra fórmula. Lo demanda la parroquia ... albiazul y lo reconoce el vestuario. Que Coudet cambiase las luces largas por las cortas para calificar por primera vez el encuentro contra el Espanyol (hoy, 14.00 horas) de «final» –no lo hizo ni ante el Leganés, ni el Getafe– revela esa exigencia propia e impuesta por la clasificación. Porque la condición en la que el equipo afronte las doce jornadas que restan depende, en gran medida, de la contienda que se desatará en Mendizorroza.
Los números evidencian la exigencia. Un empate o, en el peor de los casos, otra derrota en casa dejarían a los albiazules con una línea de vida muy fina para afrontar esta compleja escalada en la clasificación. Porque perdería otro 'gol average' con un rival directo por la permanencia en esta carrera que apunta a resolverse con una apretada 'photo finish'. Porque dormiría cuatro semanas en ese siempre incómodo cuartel que son los puestos de descenso, a merced de sus rivales. Y porque los siguientes compromisos (Mallorca y Villarreal) amenazan con abrir una brecha.
Los números también rinden cuentas a Coudet. El entrenador argentino afronta su undécimo encuentro en el banquillo albiazul, con una única victoria contra el Betis (1-3). Desde su llegada, el equipo ha mostrado una mejoría en el juego. Su pizarra dibujaba ser «protagonistas» y ese dominio ha ido ganando peso. Sin embargo, el equipo vive en el día de la marmota, como en la película 'Atrapado en el tiempo'. Los babazorros hacen méritos para salir victoriosos, pero los errores le han torpedeado el botín. Los números son tozudos y el Chacho urge una victoria que escampe el cielo.
El escenario es el propicio para ello. El Espanyol es el peor visitante de La Liga con sólo dos puntos y ningún triunfo a domicilio El equipo catalán sólo ha conseguido sumar dos puntos a domicilio (Sevilla y Atlético de Madrid), lo que revela una versión débil en territorio enemigo.
De ahí que el vestuario confíe en que el partido de esta tarde sea un punto de inflexión que refuerce el estilo de juego y relance anímicamente a la plantilla. «Tenemos muchas ganas. Estoy convencido de que va a ser un día especial y que le vamos a brindar esa victoria tan deseada a nuestra afición», apuntó ayer Joan Jordán. Ese optimismo parece haberse apoderado del vestuario. «Afición, el sábado os necesitamos más que nunca para salir todos juntos», añadieron Sivera y Tenaglia. «Os necesitamos en Mendi», remató Toni Martínez.
Nueva medular
El templo albiazul apunta al lleno. La afición, consciente de la importancia del partido, ha respondido en masa para alentar a los hombres de Coudet hacia la necesaria victoria. Un triunfo que ponga además fin a la larga sequía de alegrías en casa. Desde aquella victoria del 1 de noviembre ante el Mallorca, el balance es de dos derrotas y tres empates.
Las buenas sensaciones que dejó la segunda parte en Leganés, con una rápida reacción para voltear temporalmente el marcador, y el dominio en el juego, invitan a pensar en que Coudet repetirá dibujo. Jordán, Blanco y Aleñá forman un triángulo en la medular que amasa el balón y avanza el juego con criterio. Esta nueva sociedad aprovecha el espacio generado por Kike García y Toni Martínez, una dupla que aporta más pólvora al ataque para tratar de ganar por fin en casa.
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