El Alavés resiste en el límite
Suma el necesario triunfo ante un rival en inferioridad toda la segunda parte, aunque depende de otros e incluso podría descender hoy
El Alavés se resiste contra toda evidencia lógica y vuelve a soñar con que el puzle de mil piezas acabe por dibujar una sonrisa. Cumplió con su parte la escuadra albiazul al encadenar el tercer triunfo consecutivo en Mendizorroza, evitó que sus aficionados vivieran un descenso in situ y, al menos por unas horas, se aferra a lo que todavía es una mínima esperanza. En el límite y aún más allá, ya que un triunfo hoy del Cádiz en Anoeta acabaría con el equipo vitoriano en Segunda. Pero con esa sensación de que si los resultados son los los esperados debería llegar con opciones hasta el domingo y vaya usted a saber si allí se encuentra o no con un Levante casi en Segunda División. El cántaro no se ha roto aún, pese a acudir día sí y día no a la fuente. El castillo de naipes que construye con mano temblorosa el equipo vitoriano puede derrumbarse a la más mínima brisa, sí, pero parece sostenido todavía por el espíritu de Heraclio Fournier.
Alavés
Pacheco; Tenaglia, Laguardia, Lejeune, Duarte; Jason (m.82, Martín), Escalante (m.82, Pina), Loum, Rioja (m.95, Pons); Miguel (m.75, Tenas) y Joselu.
2
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1
Espanyol
Diego López; Vidal (m.49, Ruben), Calero (m.75, Mérida), Sergi, Cabrera; Herrera, Darder; Melamed (m.75, Vilhena), Melendo (m.49, David López), Puado; y De Tomás (m.75, Wu Lei).
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Árbitro. Pizarro Gómez.
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Incidencias. 12.729 espectadores.
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Goles. Miguel (min. 7), Raúl de Tomás (de penalti, min. 14) y Escalante (min. 59).
Había delante un rival sin objetivos, aunque al menos el Alavés se sacó de encima la bochornosa imagen de Balaídos para meter el partido en la centrifugadora desde el minuto inicial y esperar que se le secase la posible ambición al Espanyol. Velázquez había apostado esta vez por Miguel como segundo punta y el meritorio esta vez sí hizo méritos. Gol inicial y buen partido en general. Escalante tuvo instante después el 2-0, pero el balón se fue junto al palo. Como para recriminar al centrocampista argentino, que acabó tocado y resultó de nuevo el Alfa y el Omega alavesista. Otro gol decisivo después, el quinto en su media temporada, y esa imagen de futbolista no solo comprometido sino con recursos, carácter y llegada para empujar al equipo. Así que sobresale. Sobresale mucho. Dentro de una plantilla donde por momentos de la temporada algunos jugadores parecen haberse ganado el derecho a disputar partidos de Primera en un 'reality' y otros, como el que volverá para Suecia, poseen interés solo como restos arqueológicos.
Esto es Mendizorroza y aquí nada se consigue sin sudor frío. Así que el equipo catalán empató en un penalti, se libró de otro en el descuento que podía sentenciar y trasladó el partido al terreno de siempre. A las arenas movedizas del miedo, incluso después de que Herrera cometiese un grave error y dejase a los suyos con diez en el inicio de la segunda parte. El Alavés, hay que recordarlo, sólo anotó gracias a una recuperación prácticamente en campo contrario y a una acción a balón parado. De muchas posesiones en ventaja y llegadas al área con peligro no sacó nada más. Le faltó colmillo para sentenciar y vivir un final en otras condiciones y en demasiadas ocasiones esta campaña le ha faltado la dentadura completa. Claro que tampoco los arbitrajes y el VAR parecen alinearse con los astros albiazules y continúan enervando con razón al personal.
A saber, Pizarro Gomez anuló un tanto de Luis Rioja por un leve contacto de Escalante con el portero Diego López, blando e incapaz de imponerse en su intento de atrapar el balón. Sí señaló antes el penalti sobre RDT y el videoarbitraje validó por milímetros la posición anterior del delantero. Finalmente, el VAR llamó al colegiado para que valorase si Joselu se encontraba en fuera de juego y participaba en la jugada tras el claro penalti sobre Martín que el árbitro no señaló pese a encontrarse a pocos metros. Sí, por supuesto El Alavés ya sabe por experiencia propia que si se sienta en el pajar de las decisiones arbitrales importantes se clava la aguja. Quizás algún día, esperemos que todavía con algo en juego, el vudú de la sala del videoarbitraje en las Rozas aguijoneé al contrario. Ya se sabe que en estas cosas te dan y te quitan. Eso suelen decir los que mandan.
En un partido que incluso dio para el debut del delantero del filial Tena -buen control y asistencia a Joselu en otra ocasión clara- y para que un Alavés en superioridad numérica e intenso acorralara al Espanyol durante muchos minutos. Brotes verdes de Rioja y Jason, pero la semilla no germinó en flor de mayo y el tranquilizador 3-1 nunca llegó. Así que Hitchoook y todos sus relatos sobrecogedores siguieron ahí hasta el final. Mejor dicho, siguen. Quedan horas para vivir el próximo en San Sebastián.
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