Ruibal y Parada pugnan por un balón. E.P.

Betis-Alavés

El bloque se agrieta por la izquierda

Parada, que se mostró tibio en la acción del gol, se vio superado en su banda por Ruibal y Bellerín. Coudet reubicó a Aleñá para reforzar el ala

Sábado, 23 de agosto 2025, 00:55

El gol que dio la victoria al Betis es el claro ejemplo de las dificultades que sufrió este viernes el Alavés por su banda izquierda. ... Víctor Parada disputó con miedo un balón dividido con Altimira, el jugador verdiblanco se adueñó del esférico y colgó sólo un balón desde la banda al corazón del área. El remate de Pablo Fornals se encontró con el cuerpo de Jonny Otto, quedando el balón muerto en el área pequeña, una acción que Lo Celso no desaprovechó para batir libre de marca a Sivera. La fatídica jugada, en la que los albiazules reclamaron juego peligroso en su origen, resume la falta de intensidad y las dificultades que aquejaron el lateral madrileño y Aleñá –jugó de extremo– para conseguir frenar las arremetidas de Ruibal, que contó con la colaboración de Bellerín para descoser al equipo de Coudet por este flanco.

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El entrenador argentino ya lo advirtió en la pausa de hidratación de la primera mitad: «En los duelos tenéis que acelerar, no lo habéis hecho una vez para robar. Ajustad y sed un poco más agresivos. Si les dejamos, juegan todo bien. Nos van a meter todas las pelotas de gol». Su mensaje iba dirigido a todo el equipo, que ayer adoleció de ese colmillo que mostró contra el Levante y que, con un salto en el apartado físico, el Chacho persigue imprimir este año en la presión. Ese bloque colectivo mostró ayer una grieta en la banda izquierda y Pellegrini, que actuó de ingeniero para analizar los planos, lo detectó y planificó el juego para derribar el muro.

Poco después de reanudarse el juego, Ruibal ganó la espalda a Parada para llegar hasta línea de fondo. El extremo verdiblanco dirigió un centro a la cabeza del Cucho, pero su remate se marchó desviado. En la reanudación de la segunda parte, cuando apenas se habían disputado cinco minutos, Sivera tuvo que volver a emerger para sacar una mano salvadora a un centro envenenado de Ruibal. A la hora de partido, el meta alicantino volvió a intervenirse a fondo para despejar un disparo bajo de Bellerín ajustado al poste.

Problemas en ataque

El conjunto bético aprovechó la 'asimetría' del Alavés para trenzar sus ocasiones más peligrosas por esta parcela. En parte, porque en defensa se encontraron más cómodos. Aleñá volvió a caer hacia dentro para reforzar la generación de juego, dejando la banda libre. En la pizarra, este movimiento táctico viene acompañado de las internadas del lateral, que se encuentra con más espacio libre para poder incorporarse al ataque. Unas subidas que, quizá por no querer desproteger la zaga, ayer apenas se produjeron.

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Las sustituciones cambiaron el guion. La entrada de Abde (minuto 58, pasando Aleñá a la mediapunta) provocó que Bellerín tuviese que frenar sus galopadas por la banda y se centrasen en frenar al extremo albiazul, que desde el principio se mostró con desparpajo. En la primera carrera provocó la amarilla del lateral bético. Y estiró tanto al equipo que generó espacio en el centro del campo.

Coudet rediseñó por completo la banda izquierda en el minuto 77 cuando retiró del campo a Parada para dar entrada a Calebe y situó a Jonny Otto como lateral izquierdo. Un movimiento con el que trató de reforzar el ala izquierda y que resume las dificultades que tuvo ayer el equipo por ella.

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