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El Alavés se asienta en defensa y se multiplica en ataque para crecerLas nubes ya no amenazan con descargar su furia sobre Mendizorroza. La victoria del Deportivo Alavés contra el Betis del sábado (1-3) tiene en el bloque adiestrado por el Chacho Coudet efectos más allá del mero refuerzo clasificatorio en una jornada que no ... permitía tropiezos. Porque el Alavés no solo sumó un triunfo que puso fin a siete largos partidos sin ganar en Liga, sino que lo hizo con todo merecimiento y justicia. El bloque albiazul encontró al fin la fórmula para que los méritos fueran de la mano de los resultados, algo que le había sido esquivo durante buena parte de la temporada, pero en especial desde el aterrizaje del técnico argentino.
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Fue un Alavés solvente en defensa -aunque aún necesitado de mejoras y obligado a eliminar algunos errores graves- y certero en ataque. Un equipo también atinado a la hora de ir a morder la salida de balón rival y en no tener miedo a buscar el fútbol combinativo para asomarse al área contraria. La fórmula que le permitió reencontrarse con su versión más competitiva en un momento clave de la temporada. La mejor manera posible de arrancar una segunda vuelta en la que aspira a dar continuidad a esos argumentos.
Nuevos nombres
Era la gran asignatura pendiente. El Alavés necesitaba ampliar su abanico de recursos. Que ese grupo de futbolistas autores de una primera vuelta gris, irregular y lejos de las expectativas encontrasen la regularidad y con ello elevaran el nivel medio de una plantilla aquejada de una palpable falta de recursos. Aunque aún le faltan pasos por dar y jugadores que integrar, los últimos encuentros han subido el nivel medio de la plantilla albiazul. De los fichajes, pero también de otros jugadores llamados a crecer.
Uno de esos últimos casos es el de Ander Guevara. El vitoriano, clave en la holgada permanencia del curso pasado, atravesaba un momento delicado. Había perdido la chispa y, con la llegada de Coudet, también el puesto en el once titular. Pero ese rol secundario le ha revitalizado. Los minutos que tuvo ante el Girona tras la lesión de Jordán y su titularidad en el Villamarín han devuelto la versión más solvente del vitoriano, que aún aspira a dar otro paso más. Su pareja con Blanco -que se perderá por sanción el partido contra el Celta- ha devuelto el equilibrio al centro del campo. En Sevilla también resultó destacable el papel de Owono. Su intervención para evitar el gol de Isco con empate a uno en el marcador fue decisiva y también marca un punto de inflexión.
20 puntos
untos tiene el Alavés, uno más que el Espanyol, que marca la zona de descenso
Además, aunque los fichajes no terminan de brillar, el desempeño de varios de ellos también es creciente. Manu Sánchez se ha olvidado de los errores y encadena varios partidos en los que las luces superan a las sombras. También Diarra, más allá de su gravísimo fallo contra el Girona, encuentra poco a poco una mayor sobriedad. Aunque a otros como Conechny o Toni Martínez aún les queda por afinar.
Defensa
Si algo ha penalizado al Alavés a lo largo de toda la temporada ha sido su tibieza en defensa. Los irregulares méritos ofensivos de un equipo correcto en ataque quedaban eclipsados por su total falta de fiabilidad en la zaga. Era un bloque tibio al que los errores individuales no forzados terminaban de hundir casi partido tras partido. Ahora, aunque aún debe corregir varios de esos fallos -como el de Abqar contra el Betis que a punto estuvo de costarle un gol al equipo- el equipo ha recuperado solidez y eso se ha traducido en una mayor tranquilidad durante la gran parte del desarrollo del partido.
Así lo confirman los números. Aunque no tanto los goles encajados, pues le sigue costando tener porterías a cero -no lo logra desde principios de noviembre, cuando batió al Mallorca en Mendizorroza- sí que ha conseguido limitar el castigo generado por rivales que destacan por su pólvora. El Betis apenas realizó dos disparos entre los tres palos en todo el partido. Una semana antes, el Girona solo pudo tirar a portería en la fatídica ocasión del gol. También el Valencia (3) y el Athletic (2) tuvieron una escasa producción ofensiva entre los tres palos. Ahora le queda terminar de rentabilizar esa mejoría para lograr su primer encuentro sin encajar en casi tres meses.
Ataque
Contra el Betis, el Deportivo Alavés marcó tres goles por primera vez en toda la temporada. En realidad, los albiazules no anotaban más de dos tantos en Liga desde abril del año pasado, cuando derrotaron por 3-0 al Celta en el tramo final del curso. El Villamarín presenció la explosión ofensiva de un equipo autor de algunos buenos partidos en ataque este curso, pero al que le faltaba una cita redonda. Kike García fue el ejecutor de un bloque que no necesitó generar un sinfín de ocasiones para marcar. La efectividad volvió a sonreír al Alavés.
Con cinco disparos a puerta marcó tres goles. Gracias al acierto de su ariete pero también fruto de la fluidez de su fútbol ofensivo. De las combinaciones de los futbolistas del centro del campo para ganar muchos metros al papel desequilibrante de Carlos Vicente en la derecha. El aragonés vuelve a estar afilado como al inicio de curso. Desborda a sus rivales y acierta con los centros. Prueba de ello, el balón que le puso a Kike para que el conquense cerrara de cabeza el marcador. El Alavés ha ampliado su libro de registros, se siente más suelto en ataque y eso le permite sacar resultados.
El futuro
El Chacho Coudet tiene clara la fórmula a seguir una vez asegurada su primera victoria como estratega albiazul. «Necesitamos una secuencia, volver a ganar. Eso va dando confianza. A medida que sumemos puntos nos vamos a ver mucho mejor», explicaba tras vencer al Betis. Y eso pasa por hacerse fuertes en Mendizorroza. El calendario es propicio para ello. El Alavés encadenará tres partidos en casa ante conjuntos de la zona medio-baja. Tras enfrentarse al Celta el próximo lunes 27 le tocará dos jornadas después recibir al Getafe y luego al Espanyol. Fuera deberá intercalar partidos ante el Barcelona y el Leganés.
Es la hora de pisar el acelerador y recuperar el colmillo en casa. Solo se ha llevado uno de sus seis últimos encuentros como local, un registro impropio de un bloque que tiene en su estadio el mejor argumento para sumar puntos. Ahora aspira a valerse del refuerzo anímico del triunfo contra el Betis para dar otro paso en el crecimiento de una fórmula que empieza a dar sus frutos.
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