Jason y Miguel buscan el balón dentro de la portería del Andorra tras el gol que sería anulado por el VAR. Igor Martín

El Alavés y su incapacidad para acelerar

El equipo albiazul, que sólo despertó tras el descanso, carece de solvencia para sumar la tercera victoria consecutiva y deja escapar un puesto de ascenso directo

Martes, 11 de abril 2023, 00:03

Cuando se encadenan partidos igualados la lógica apunta a resultados diversos y tras dos victorias apuradas llegó un empate. En las condiciones actuales, las de ... un Alavés que funciona bien como colectivo pero sufre al límite para encontrar el gol, la tercera victoria consecutiva se fue al limbo. Un cuadro albiazul que sólo despertó tras el descanso dejó escapar la posibilidad de encaramarse a los puestos de ascenso directo. Nada extraño después de noventa minutos en los que cualquier equipo pudo llevarse los tres puntos y la igualada final fue fiel reflejo de lo sucedido sobre el césped. Tras un fin de semana de expectativas crecientes por los tropiezos sucesivos e incluso inesperados de los adversarios llegó un lunes de realidad.

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Alavés

Sivera; Tenaglia, Abqar (m. 45, Javi López), Sedlar, Duarte; Blanco (m. 89, Benavídez), Salva Sevilla (m. 77, Moya); Jason (m. 77, Alkain), Guridi, Rioja y Miguel (m. 70, Sylla).

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Andorra

Ratti; Alti, Pastor, Mármol, Pampín; Aguado, Hevel (m. 81, Bover), Molina (m. 70, Gil); Germán (m. 70, Jacobo), Carlos Martínez (m.63, Bakis) y Bundu (m. 81, Valle).

  • Incidencias: 12.311 espectadores.

  • Árbitro: Ais Reig.

El cuadro albiazul resultó incapaz de acelerar. Tan cierto es que a siete jornadas del final la diferencia sobre la segunda plaza se ha reducido a un solo punto como que con el exigente calendario de las jornadas finales dejarse puntos en Mendizorroza a estas alturas se antoja una gran concesión. Sin obviar que, visto lo visto durante 35 largas jornadas, pelear por llegar a Primera por la vía rápida en el próximo mes y medio ya es un éxito para un conjunto que arrancó la campaña en agosto con más dudas que certezas y la obligación de reinventarse por completo. También para una escuadra que ha anotado y ha encajado sólo dos goles en los últimos siete partidos. Es decir, un equipo siderúrgico que acumula material pesado en forma de concentración y despliegue físico. De esos que se manejan con naturalidad con los sonidos graves del sistema defensivo y apenas llegan a los agudos del gol. Aquellos 16 goles en la secuencia de cinco triunfos consecutivos parecen algo inaudito. También que este equipo sólido y áspero encajara cuatro derrotas consecutivas en diciembre. Así es el fútbol. Así de difícil es interpretar lo que llegará.

Luis García había optado ayer por repetir once inicial después de prácticamente dos meses. Con Miguel en punta (en lugar de Villalibre, que no llegó a saltar al césped, o Sylla) y Salva Sevilla como acompañante de Blanco en el eje del centro del campo, por delante de Toni Moya, que apareció en el tramo final. El resto del equipo albiazul no suele variar salvo que existan bajas obligadas y no era el caso. Con uno u otro conjunto, la realidad apuntaba a un duelo espinoso y bastante claro en cuanto a lo futbolístico. Lo había dejado claro el técnico alavesista con eso del partido 'más difícil de jugar'. Lo de que no era el 'más difícil de ganar' también era verdad, aunque se quedara en posibilidad.

El VAR anula el 1-0

Sólo hay dos formas de afrontar un duelo ante un adversario que amasa el balón (más del 70% de posesión) y combina siempre desde la defensa para progresar. La primera de ellas pasa por una presión muy adelantada y exigente al máximo en lo físico. La segunda, la que adoptó el cuadro vitoriano, la de esperar en tres cuartos de campo y tratar de aprovechar los errores del adversario. Así llegó, en realidad, el tanto de Jason que el VAR anuló por milímetros. Ahí se acabó la posibilidad de desequilibrar el choque sin riesgos. Aunque quizás sería excesivo decirlo así, porque Sivera volvió a comparecer para tapar las lagunas de la primera parte. No es el Andorra un equipo demasiado profundo o eficaz, pero el central Mármol en un cabezazo a balón parado y Valera en un disparo cruzado raso bien pudieron marcar. Lo impidió un enrachado guardameta albiazul. ¡Que levante el dedo el que esperara un rendimiento como el que ha ofrecido hasta ahora el meta alicantino!

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El choque había transcurrido demasiado monótono para los intereses alavesistas. Se sabía que el Andorra iba a monopolizar la pelota, pero también que el Alavés buscaba incordiar a la contra y generar problemas. No fueron demasiados los que generó el cuadro de Luis García hasta el descanso, sobre todo con el equipo centrado en contener al rival, con muy poco balón y tampoco excesivo tino en el juego ofensivo. Prácticamente sin noticias de la banda izquierda se llegó a los vestuarios, lo que dejaba claro cómo era el encuentro. Si Duarte y Rioja no se acercan en Mendizorroza al área rival las dificultades crecen. Casi todo había llegado por la diestra, con un disparo de Jason y luego el gol anulado.

El Alavés, necesitado, aumentó la temperatura de su juego en la segunda mitad. Javi López había entrado por un tocado Abqar y el joven lateral elevó la energía albiazul. Más adelante, volvió a dejar claro que sigue con más motor que neumáticos. Le cuesta demasiado canalizar su potencia y convertirla en acciones de calidad. No obstante, su toque de corneta llegó a oídos albiazules para encadenar los mejores minutos. Pero el meta Ratti acabó con una ocasión del zurdo y también otra de Miguel. Eso sí, mucho empuje, pero poca claridad. Al menos, una entereza física que obligó al Andorra a replegarse. Veinte minutos de juego intenso y de ver cerca del 1-0. Demasiado optimismo, quizás.

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El duelo acabó como empezó. Volvió a juntarse el Andorra para tocar el balón y la euforia albiazul se quedó en casi nada. Sylla, Alkain y Moya tampoco sirvieron para cambiar la dinámica. Empate justo y, a falta ayer de capacidad para acelerar, la confianza en que el Alavés tampoco descarrila y se mantiene en pista. No es poco.

Miguel será baja en Gijón; Sivera y Abqar, duda por molestias

El encuentro puede traer consecuencias al Alavés de cara a la visita del domingo a Gijón. Una será segura: Miguel de la Fuente vio la quinta amarilla de la temporada y dejará a Villalibre y Sylla como únicas alternativas en ataque para el encuentro. Además, Abqar se marchó tocado al descanso y Sivera también tuvo molestias en la última acción del encuentro. Ambos percances musculares, con pocos días para recuperar, les dejan como dudas para el choque de El Molinón.

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