Se consumó la fatídica caída del Deportivo Alavés al pozo de Segunda División ante el ya descendido Levante que se jugaba su redención en Valencia. ... Aunque hayan querido, los jugadores albiazules no han podido y su rival de ayer demostró más calidad para cederles el farolillo rojo de la tabla clasificatoria. Y eso que en la primera parte se cumplió el guion con el marcador a favor a partir del gol que se fabricó Joselu.
Publicidad
Volvió al once albiazul el anterior sancionado y polivalente defensa Ximo Navarro y Pere Pons sustituyó en la medular al amonestado Loum. Pero el Alavés no dominó el juego y sólo aprovechó su efectividad, pese a que la cabeza de Jason tuvo la puntilla ante el portero juvenil local por indisposición de sus homólogos de la primera plantilla, uno positivo por covid y el otro con un problema digestivo. Pero es que al chaval tampoco se le probó más en todo el partido y encima el VAR no quiso ver un penalti por mano en el área levantina.
El caso es que tras la reanudación de la contienda y de falta directa lejana Lejeune mandó un balonazo a la escuadra y acto seguido -lo que son las cosas- perdió su marca en un saque de esquina para que el Levante igualara la contienda. Después y pese a todos los cambios a la desesperada hechos por Julio Velázquez, el conjunto local nos barrió del campo para ganar la partida con dos goles más que pudieron aumentarse al contragolpe.
El caso es que la debilidad defensiva 'granota' -el conjunto más goleado de la categoría- se compensó con la precaria puntería del Alavés con la distinción de peor realizador. Y así, el último duelo en Vitoria -por cierto, nueva matrícula de honor para los aficionados que se desplazaron en busca del milagro- será como una cadena repetida en el tiempo, pero no sé si con mismo final.
Publicidad
Es decir, el Real Madrid ya descendió al Levante, ahora este al Alavés, pero no sé si luego nosotros seremos capaces de hacer lo mismo con el Cádiz. Aunque a más de uno le dará lógicamente igual, simplemente porque esta plantilla tiene visos de haber jugado como la peor de Primera División.
Cuando te arrimas tanto al fuego, al final te terminas quemando y después de tres temporadas maravillosas tras el ascenso, luego vinieron otras tres nefastas hasta este descenso traumática a Segunda División. La autocomplacencia de la cúpula directiva termina ahogando la gallina de los huevos de oro. Y ahora toca esperar sus movimientos futuros para ver cómo se reconstruye el cuento de las ovejas cuando llega el lobo a ellas.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión