El ajetreado teléfono de Lucas Pérez
Con once goles, el gallego es el Pichichi del Alavés, pero «prima lo colectivo porque no se va a salvar ni el Lucas Pérez FC ni el Joselu FC»
Con 31 años y más de dos centenares de partidos en la élite, Lucas Pérez conoce todos los recovecos del fútbol. Así, asume con naturalidad ... que son los goles los que marcan el camino. Su temporada, en la que con once dianas es el máximo artillero del Deportivo Alavés, ha despertado el interés de muchos clubes.
Sonó para el Barça cuando el club catalàn podía fichar. «Me llamaron varios equipos, no sólo uno. Cuando no marcaba un gol nadie me llamaba, sólo la familia. Es lo que hay», bromeaba este miércoles en sala de prensa. «Marcas goles, suenas; no marcas, no suenas». Claro y contundente. No hubo riesgo de que dejase Vitoria. «En enero no planteé salir. He venido de situaciones en Inglaterra donde no estaba contando con minutos y donde estoy feliz ahora mismo y donde soy importante es donde quiero estar», ha asegurado.
En el Alavés se siente igual de contento que «cuando estaba en el Dépor». No es poca cosa. En su casa, en la temporada 2015-2016, marcó 17 goles importantes para la permanencia del conjunto gallego. Siente la alegría de entonces. «Disfruto mucho de este momento, que estos momentos no suelen pasar», ha celebrado.
Su teléfono suena mucho con familiares y pretendientes. Entonces, cabe preguntarse –y preguntarle– si dentro de poco se encenderá la pantalla con un nombre: Luis Enrique. «La has estado pensando ahí, eh», contesta entre risas al oír la pregunta. Su respuesta, que la selección es un estímulo, pero no una obsesión. «¿A quién no le gustaría jugar con su país? Es un sueño, pero no es algo que me coma la cabeza. Tengo que hacer bien mi trabajo, que se beneficie el equipo. Todo lo que venga bienvenido sea. Pero si no me llama no lo veo como una decepción», ha explicado.
La pelea por el Pichichi tampoco le impide dormir tranquilo. Es el español que más ha marcado, aunque los 18 tantos de Messi todavía están lejos. Pero las prioridades las tiene claras, de nada vale llenar su zurrón si el del equipo se vacía. «Aquí prima lo colectivo. No se va a salvar el Lucas Pérez FC ni el Joselu FC, se va a salvar el Deportivo Alavés, que es lo que nos beneficia a todos».
Calma con el coronavirus
Contra el Valencia, «uno de los mejores equipos de la Liga», tiene otra oportunidad de rentabilizar sus goles. «Están teniendo muchos problemas de lesiones y eso merma la plantilla. Es normal que el equipo se resienta, pero sabemos el peligro que tienen», ha advertido. Aunque confía en que la plantilla albiazul, que ha mejorado su rendimiento en la segunda vuelta porque «se conoce mucho más» que al comienzo de temporada sume para «conseguir la permanencia cuanto antes».
Todo, con la alerta por el coronavirus flotando sobre Mendizorroza. Al ser dos equipos nacionales, las medidas tomadas por el Ministerio de Sanidad no afectan al encuentro y se jugará a puerta abierta. En el vestuario albiazul hay tranquilidad y confianza en el cuerpo médico. «Sabemos que está tomando las medidas correspondientes», ha desgranado.
Ya sabe lo que es jugar sin gente en las gradas. Lo hizo cuando militó en el PAOK de Salónica, castigado durante varios encuentros con la clausura de su estadio. Una sensación «muy extraña». Por eso tiene claro que quiere a la afición mañana. «El fútbol sin aficionados no sirve de nada. Nuestra afición es el número 12. En casa somos muy fuertes gracias a ellos», ha sentenciado.
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