La terrible realidad de Britney Spears que se intuye en Instagram y preocupa a sus fans
La inquietud entre los seguidores de la princesa del pop aumenta tras sus últimas publicaciones en la red social: el contenido se repite, se muestra con la misma ropa y con la mirada perdida
Hace años que Britney Spears no es noticia por el lanzamiento de un nuevo disco. De hecho, el icono del pop, que debutó con el single 'Baby one more time' en 1998, no publica ninguno desde 'Glory', en 2016. Sin embargo, la vida privada de la cantante estadounidense, de 38 años, no ha parado de colmar titulares. Nos remontamos al año 2007, su época más oscura, en la que una serie de problemas mentales y de adicción la convirtieron en el personaje más perseguido. Vivió momentos tan duros como cuando decidió raparse completamente el cabello, atacó a un paparazzi con un paraguas y terminó atada a una camilla tras un ataque de psicosis. Britney era objeto de polémica día sí y día también. Sucesos que llevaron a su familia a tomar el control: la custodia de sus dos hijos fue concedida a su exmarido, el bailarín Kevin Federline, y el padre de Britney, Jamie Spears, se convirtió en su tutor. Doce años después de que la estrella de la música fuera considerada incapaz de manejar su propia estabilidad emocional y económica -que asciende a 200 millones de euros-, sus fans muestran una fuerte preocupación por la terrible realidad que podría esconderse detrás de la cuenta de Instagram de Britney Spears.
En enero de 2019 la cantante anunció un parón indefinido en sus exitosos conciertos de Las Vegas; después, el 20 de septiembre del mismo año hizo su última aparición pública en un evento de belleza en Los Ángeles. Desde entonces, su única manera de estar en contacto con sus fans se limita a su perfil de instagram. Cuenta que sigue las reglas de tutela judicial, que impone decisiones sobre lo que puede publicar en sus perfiles de redes sociales. Y no es la primera vez que la libertad de la cantante es cuestión de debate. En primavera del año pasado las seguidores de la diva del pop impulsaron el movimiento 'Liberemos a Britney' ('Free Britney' en inglés) para salvar a la cantante de la Autoridad Parental. Protesta que enseguida se convirtió en un fenómeno en Internet y a la que se sumaron rostros conocidos como Miley Cyrus, Cher o Paris Hilton. Mientras los fans de la artista organizan manifestaciones y recogen firmas para que cambie su situación, la misma Britney, harta de que otros manejen su vida, su fama y su dinero, ha acudido a la justicia para que revisen su caso, ya que la tutoría legal de su padre se extiende hasta febrero de 2021.
En las primeras semanas de la cuarentena, un 'post' que acompañaba con el mensaje 'Communion goes beyond walls' ('La comunión trasciende las paredes' en inglés) llamó la atención de los medios de comunicación. Pero fue en abril cuando el perfil de Instagram de la cantante comenzó a preocupar seriamente a muchos de sus 26 millones de seguidores. Cierto es que a lo largo de la cuarentena era relativamente normal que el contenido fuera repetitivo, pero es que el de la princesa del pop era idéntico. La ropa con la que aparecía en la mayoría de las imágenes era la misma y en ellas Britney se mostraba con la mirada perdida. Los vídeos que compartía en el espacio tampoco tenían ningún sentido. Para muchos de sus fans aquellos extrañas publicaciones tenían detrás un mensaje de auxilio que pedía la cantante desde su jaula de oro, una enorme mansión en las colinas de West Hollywood.
Algunos de estos fieles le propusieron que hiciera un vídeo en directo para demostrar que se encontraba bien, pero esa prueba nunca llegó. La preocupación de los fans aumentó considerablemente cuando varios de ellos le escribieron el siguiente comentario: «Ponte algo amarillo en tu próximo vídeo si necesitas ayuda». Efectivamente, en la siguiente grabación Britney mostró un top amarillo. ¿Pura casualidad? Después, también le sugirieron que subiera una foto en la que aparecieran palomas si necesitaba ayuda y compartió una instantánea en la que varias palomas volaban en la escena. Pero esto no fue todo. El 8 de julio Britney publicó un vídeo que, más que tranquilizar, alertó todavía más a sus seguidores. En él pronunció lo siguiente: «Hola chicos, mis fans habéis hecho muchas preguntas en los comentarios, las he escuchado y estoy aquí para responderlas a todas». Pero las respuestas estuvieron muy lejos de disipar las sospechas, ya que tan solo se dispuso a contestar preguntas sin relevancia: reveló su película favorita de Disney, su flor preferida… Aquellas cuestiones no eran las que estaban quitando el sueño a sus fans.
Proyecto Rosa
Cuando parecía que la suma de tantas coincidencias confirmaban los peores presagios, Britney apareció en un Instagram story pronunciando lo siguiente: «Un montón de gente está diciendo que casi todas mis fotos son antiguas, pero quería que supieseis que ninguna de ellas tiene más de un mes de antigüedad. Sí, sé que he llevado puesto el mismo top diecisiete veces pero es para un proyecto, el Proyecto Rosa, y sabréis más sobre el Proyecto Rosa en el futuro». ¿Será suficiente esta aclaración para acallar las sospechas de sus fans?
