El alegato sostenible de los gemelos vascos más queridos de la moda

Aunque nacieron en la villa, ambos se trasladaron a Barcelona para estudiar. Allí se graduaron en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona e Iñaki, además, completó su carrera con un título en Diseño de Moda. En 1995 comenzaba una exitosa andadura que les ha llevado a desfilar en pasarelas internacionales tan importantes como la que tiene lugar estos días en la capital. Su universo es fácilmente reconocible por su peculiar forma de combinar los colores, por sus formas geométricas y las constantes referencias a los movimientos artísticos de vanguardia. Tanto es así que sus últimas propuestas se han inspirado en la obra de la artista francesa Anne Vallayer-Coster, considerada una de las pintoras de naturaleza muerta más importante de la Francia del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Una trágica metáfora con la que han querido recalcar la importancia del cuidado del mar y los océanos, sumándose a la nueva y necesaria corriente sostenible que ya está calando hondo en el mundo de la moda. «Es un viaje desde las pinturas de naturalezas muertas del siglo XVIII a los océanos del siglo XXI», recalcan.

También es un viaje al Louvre, a un bodegón expuesto en el famoso museo parisino. Concretamente, a un cuadro formado por piezas marinas que fue la idea primigenia de esta colección. Ante la alarmante situación del medio ambiente, los gemelos bilbaínos han decidido tomar cartas en el asunto a través de lo que mejor saben hacer. Sus frescas propuestas para el verano que viene se inspiran en el mar, una temática recurrente en el mundo de la moda, pero que esta vez se impone con carácter reivindicativo. El escenario elegido ya lo anticipaba: la pasarela se cubría de conchas y perlas que simulaban el fondo marino y que, ingeniosamente, estaban elaboradas con los plásticos que habían ido llegando al estudio de Ailanto para envolver los tejidos. De este modo, los creativos vuelven a abrir un diálogo entre moda y sostenibilidad que tan necesario resulta en estos tiempos de 'fast fashion'.

En este caso, sus prendas se tiñen de rojos, blancos, azules, amarillos y verdes y se materializan en elementos marinos como corales, perlas, estrellas o caballitos de mar. Su puesta en escena es una obra poética llena de pequeños detalles, comenzando por los chalecos de perlas y corales engarzados realizados por Mariana Barturen. Y es que no es la primera vez que la diseñadora bilbaína colabora con los hermanos Muñoz en algunas de sus colecciones, haciendo realidad esas piezas tan especiales que hacen que la marca sea visual y reconocible mundialmente. Aparte de estas prendas que enriquecen sus diseños, también se han visto sobre la pasarela vestidos largos y fluidos, que se han convertido en los protagonistas de la colección. También, trajes de chaqueta estampados y originales kaftanes, siempre aderezados con los bolsos-saco de Laia Alen, los sombreros de Luis Benítez y los collares de Les Fleurs Studio.

Desde 1999, año en el que sus colecciones comenzaron a venderse internacionalmente, sus creaciones no han dejado de ser aplaudidas en todo el mundo. A lo largo de su carrera, Aitor e Iñaki han sido galardonados con premios al Mejor Diseñador Español por Glamour Magazine y el Premio Marie Claire por el Mejor Diseñador Nacional. En 2005, se convirtieron en miembros de la prestigiosa Asociación Española de Creadores de Moda y han llegado a exhibir su obra en el Victoria and Albert Museum, el Queen Sofía Spanish Institute de Nueva York, el Cervantes Institute de Tokio, en el Museo de Artes decorativas de Moscú o en las embajadas españolas de Londres y Nueva York.