Los abrigos de María Clè dan una nueva vida a la lana latxa

Las 700 toneladas de lana que las ovejas latxas vascas producen cada año siempre habían supuesto un quebradero de cabeza para los ganaderos. Difícil de reciclar, el producto se almacenaba indefinidamente o se malvendía para usos que poco tenían que ver con la moda. Pero tras casi cuatro años de trabajo, la diseñadora vitoriana María Clè Leal presenta 'Latxa', la primera colección elaborada con un tejido compuesto en un 55% de lana de oveja latxa recolectada en Euskadi.

La colección la componen una decena de prendas, en su mayoría exteriores y de abrigo, que aprovechan la ligereza, impermeabilidad y capacidad aislante de la lana latxa en el marco de la sastrería tradicional. Su aspecto es rústico, sus acabados están hechos a mano, y el coste de las piezas oscila entre los 200 y los 600 euros. «Al principio la lana lavada se envió a Hilaturas Arnau, en Sabadell, donde empezamos a ver de qué manera trabajar la latxa mezclada con otras fibras», ha recordado Clè, quien ha desarrollado el proyecto para utilizar este material junto al Centro Tecnológico Neiker, la cooperativa Latxa Esnea y la asociación de desarrollo rural Urola Kosta ADR Urkome.

Tras varios prototipos fallidos que «todavía picaban demasiado», el equipo multidisciplinar detrás de esta nueva fibra ha logrado el color crudo pero también tramas como la espiga y la sarga. Clè ya trabaja en lograr otros dibujos y colores y se encuentra inmersa en ampliar la colección. «Lo ideal sería poder colaborar con empresas de sectores como el de la decoración», ha señalado. Este año se comercializarán unas pocas prendas que ya están disponibles en su página web, y el próximo invierno se comercializará a mayor escala y con una mayor variedad de productos y tejidos. «Desgraciadamente el sector de la moda es muy contaminante, pero este es un ejemplo de que las cosas pueden hacerse mejor», ha defendido la vitoriana.

«Este proyecto hace que un recurso que hasta ahora se consideraba como un residuo impulse la economía verde y circular», ha aplaudido Gorka Urtaran, alcalde de Vitoria, quien recogió el guante que le echó Clè hace algunos años y ayudó a poner en marcha el proyecto. «El proyecto de María encaja en el desarrollo de la bioeconomía que queremos impulsar», reconoce Bittor Oroz, viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política alimentaria del Gobierno vasco. Desde su departamento se trabaja para impulsar el sector textil y emplear dos materias primas abundantes en Euskadi como son la madera y la lana. «La lana tiene el potencial de sustituir polímeros y textiles artificiales que provienen del petróleo», ha subrayado en referencia a este proyecto piloto.