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J. V. MUÑOZ-LACUNA
Sábado, 18 de octubre 2014, 16:48
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Que unos padres instalen cámaras de vídeo en su casa para vigilar a la cuidadora de sus hijos ante la sospecha de que los maltrate no es un hecho novedoso. Pero sí lo es que el dueño de una explotación ganadera coloque esas mismas cámaras para grabar el trabajo de sus empleados con sus ovejas.
Esto ha ocurrido en Tarazona de la Mancha (Albacete). El propietario de la granja tenía la mosca detrás de la oreja desde hacía tiempo porque las ovejas apenas proporcionaban leche y algunas presentaban lesiones. Sus pérdidas económicas eran tales que decidió colocar un sistema oculto de video-vigilancia con grabación de imágenes en el interior de la explotación así como en la sala de ordeño automático y en las zonas de esparcimiento del ganado.
Al ver las grabaciones, el ganadero comprobó que las ovejas recibían fuertes palizas y que en ocasiones uno de sus empleados saltaba sobre ellas de forma brutal. Una vez denunciados los hechos, la Guardia Civil ha detenido a los dos trabajadores que llevaban años contratados por el ganadero , de 27 y 45 años, ambos de origen rumano, por un presunto delito de maltrato animal y los ha puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de La Roda. Uno de ellos reconoció tras ser detenido que a veces se me iba la cabeza y me volvía loco para justificar sus acciones.
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