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Los árboles y plantas desprenden fitoncidas, responsables de efectos beneficiosos sobre el sistema inmunitario.

Un 'baño de bosque' con los cinco sentidos

Desde el país del sol naciente llega el último grito médico en técnicas de relajación, el 'Shinrin-Yoku': caminar a través de la naturaleza poniendo atención en cada detalle

Miriam Cos

Martes, 26 de agosto 2014, 17:43

Comienzas a andar y el paisaje lo envuelve todo. Sientes la suave brisa meciendo las hojas que ya comienzan a amarillear, los olores te llegan multiplicados por cien, el paisaje te abruma, como si de una película fantástica se tratara... Los paseos por el campo pueden llegar a tener un efecto terapeútico brutal. Desde hace varios años, especialistas japoneses recomiendan a los estresados nipones realizar terapias con 'baños de bosque' o 'Shinrin-Yoku', y aunque parezca algo ineficaz, nada más lejos de la realidad. Es probable que este tipo de técnicas puedan llegar a bajar la presión sanguínea, combatir el estrés o incluso amortiguar los terribles efectos que produce el cáncer. La clave es bastante sencilla: caminar dos o tres veces por semana por el campo activando todos y cada uno de nuestros sentidos.

En Japón saben bastante sobre lo que es vivir al límite. Es el país donde ha llegado a haber muertes por exceso de trabajo, el que tiene las tasas de suicidio más altas, y donde la competitividad es el pan de cada día. Así que no es de extrañar que haya que buscar nuevas formas de combatir algo que afecta a la mayoría de la población. La propia palabra que define esta técnica lo dice todo, 'Shinrin-Yoku', dejar que la naturaleza entre por cada uno de los poros de la piel. No vale con acudir a andar mientras vas de charla con un amigo, tampoco con música puesta o con el móvil en la mano para distraerte. Es más místico que todo eso. Es relajación en un entorno puro. Sentir cada uno de los suaves atisbos de vida que puede haber en un precioso bosque. Oler cada uno de sus eucaliptos y flores, notar el calor de los tímidos rayos de sol que asoman entre las copas de los árboles, o deleitarse con los alegres trinos de los pájaros mientras se escucha de fondo el crepitar de la hojarasca.

El poder de las fitoncidas

A través del grupo del especialista Yoshifumi Miyazaki, antropólogo fisiológico y vicedirector de Chiba Universitys Center for Environment, Health and Field Sciences, en Tokyo, se ha podido comprobar que este tipo de relajación baja los niveles de cortisol en la saliva, una hormona que se libera como respuesta al estrés. Así, los individuos que realizan el 'baño de bosque' presentan menos cantidad. Y es que al parecer el 'Shinrin-Yoku' disminuye las funciones cognitivas y ejecutivas del cerebro a través de las cuales pensamos en la resolución de problemas, planificamos y tomamos decisiones. Por el contrario, la actividad se enfoca a la parte del cerebro relacionada con el placer, la empatía o las emociones. Es por esto que en la mayoría de ocasiones las comidas suelen resultar más gustosas en un entorno campestre.

Pero la cosa va más allá. El inmunólogo Qing Li, de la Escuela de Medicina de Tokio, asegura que este tipo de paseos aumentan las células NK -'natural killer'- en sangre, un tipo de glóbulo blanco que ayuda a la lucha contra las infecciones. El efecto del paseo también incrementa las células anticancerígenas, llegando a durar una semana en el cuerpo humano. Según Li, los compuestos volátiles emitidos por los árboles o fitoncidas son los principales responsables de este efecto beneficioso sobre el sistema inmunitario.

Ahora, los nipones pretenden construir una serie de 'forest therapy sites', o lo que es lo mismo, bosques equipados para este tipo de tratamientos, donde la gente pueda acudir en un entorno saludable, tranquilo y lejos del bullicio de las ciudades. Así, estos verdes rincones estarán especialmente cuidados para realizar el 'Shinrin-Yoku', incluso algunas empresas han empezado a incluir este tipo de actividades entre sus ejecutivos para que se involucren en esta especie de medicina tradicional.

Pero tampoco es completamente necesario acudir a un monte apartado para disfrutar de la naturaleza en estado puro. Para los que tienen vidas ajetreadas que no les dejan tiempo para moverse de las lindes de la ciudad también pueden acudir a algunos de los parques de la misma. Aunque sean pequeños. Basta con que gocen de un silencio bastante hermético como para que de la sensación de estar lejos del bullicio y la relajación esté asegurada.

El 'baño de bosque' no solo se queda entre las fronteras del país del sol naciente. Otros, como Estados Unidos, ya están tomando la costumbre de recetar estos paseos. En webs como 'Shinrin-Yoku' se puede encontrar todo tipo de información sobre esta revolucionaria pero ancestral práctica. "Respira, relájate, pasea, toca, escucha, sana", reza su lema en la cabecera de la página.

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