Los padres de Hodei ofrecen una recompensa de 10.000 euros por pistas solventes

Casi a la desesperada, los padres de Hodei Egiluz activaron ayer una de las pocas balas que todavía les quedan en la recámara para intentar dar con el paradero del joven ingeniero vizcaíno de 23 años, desaparecido hace casi once meses en la ciudad belga de Amberes después de haber sido asaltado por un grupo de jóvenes de origen magrebí. Pablo Egiluz y Koro Díaz anunciaron ayer en Amberes que ofrecerán una recompensa de 10.000 euros a las personas que ofrezcan pistas fiables y solventes sobre el paradero de su hijo.

«Los abajo firmantes, padres de Hodei Egiluz Díaz, desaparecido en la noche del viernes 18 al sábado 19 de octubre de 2013 y visto por última vez a la altura de la calle Koolkaai en Amberes, prometen, a título personal, una cantidad de 10.000 euros por la información que permita encontrar a su hijo». Así reza un breve texto leído por el padre y que supone una suerte de ineludible compromiso por escrito. Esta radical medida, explicó, no se ha tomado de forma individual, sino que ha sido consensuada con la Policía Federal belga, la cual se limitará a canalizar y gestionar todas las posibles llamadas al teléfono oficial 0800/3030 para poder seguir con la investigación. El dinero lo pondrá la familia.

Ataviados con la camiseta que nunca les ha abandonado en esta búsqueda -la que lleva el rostro de su hijo-, los padres explicaron que si los datos aportados sirvieran para poder localizar a Hodei con o sin vida, la cantidad prometida se abonará «en un plazo de ocho días a la persona que haya aportado la información». «Es un paso más en nuestra búsqueda y creemos que es el momento de darlo con la esperanza de que alguna persona se pueda animar a dar información a la policía», recalcó el progenitor.

Ayudar a hacer el duelo

Su enésima comparecencia ante los medios de comunicación belgas se produjo en el Museo Mas de Amberes, uno de los símbolos culturales de la ciudad y enclave próximo al lugar donde se vio al joven con vida por última vez aquella maldita madrugada del 19 de octubre de 2013. Estuvieron acompañados por su abogado, Frank Merneffe, que aseguró que el nuevo paso anunciado obedece a que «hasta el momento no se sabe exactamente qué le pudo pasar a Hodei ya que no se le ha encontrado».

«Para los padres saber lo que pasó ayudaría a hacer el duelo. No saberlo hace las cosas muy difíciles», apostilló Merneffe, tras señalar que Pablo Egiluz y Koro Díaz «continúan teniendo en parte la esperanza de encontrar a su hijo con vida, aunque comprenden que esa esperanza es mínima». Preguntado sobre la instrucción judicial del caso, el letrado eludió comentarla ya que no está finalizada.

Una investigación, tanto policial como judicial, que hasta el momento ha dado nulos resultados. Lo único cierto es que dos de los tres jóvenes que permanecían en prisión acusados de haber participado en el robo del móvil y la cartera de Hodei ya están en la calle tras pagar un fianza de 1.000 euros y el tercero podría hacerlo en breve si reúne los 500 euros de la suya. Una libertad provisional a la espera de ser enjuiciados por un delito de robo, no de asesinato u homicidio, como pretendía la Policía.

Los tres reconocieron el asalto, pero siempre han negado tener algo que ver con la desaparición de Hodei. De hecho, las cámaras de seguridad muestran cómo el joven de Galdakao se levanta y se va del lugar donde fue asaltado mientras estaba adormilado en una acera. A partir de entonces, varias cámaras situadas en otras calles logran detectarle pero llega un momento en el que desaparece, en el que se le pierde la pista. A finales de mayo, tres nuevos testigos aseguraron verle, pero esa nueva pista, pese al optimismo creado, no ha desembocado en nuevas líneas de investigación.