"No vamos a tirar la toalla"

La marcha ciclista que durante una semana ha recorrido Bélgica y Holanda para recabar pistas sobre la desaparición de Hodei Egiluz, el joven natural de Galdakao que permanece en paradero desconocido desde hace diez meses, finalizó ayer su ruta en Amberes, la ciudad donde se perdió la pista del chaval. «Nunca se sabe qué puede pasar, nunca hay que bajar la guardia, no vamos a tirar la toalla», advirtió una vez bajado de la bicicleta Alberto Aguirre, uno de los integrantes de la iniciativa, que ha contado con un importante apoyo en el Benelux. «El objetivo es dar a conocer la situación de Hodei y que tenga la mayor repercusión posible, mover la memoria de la gente en busca de algún dato más, que alguien recuerde algo».

Quince personas han viajado desde Galdakao -y algunos otros puntos del País Vasco- hasta el centro de Europa para participar en la marcha y varios vecinos se han unido en distintos tramos del recorrido, de cerca de 500 kilómetros, que, pese a las malas condiciones meteorológicas, les ha llevado a varios puntos de Bélgica y de Holanda. «En Bélgica el caso es muy conocido, todo el mundo sabe que ha desaparecido un joven y comparten el dolor de la familia, pero en Holanda, que está solo a unos kilómetros de Amberes, la gente apenas ha oído hablar de ello», explicó a la agencia Efe Imanol Michelena, un belga de origen vasco que ha participado en la comitiva.

Amigos, allegados y ciudadanos belgas solidarizados con la búsqueda de Hodei iniciaron la etapa final de la marcha la mañana de ayer desde la Grande Place de Bruselas para recorrer los 50 kilómetros de distancia hasta Amberes, donde el pasado día 20 ya se convocó una concentración, en la que participaron los padres del desaparecido, para pedir a la policía que no olvide el caso.

La pista de Hodei Egiluz, que tenía 23 años cuando desapareció, se perdió en la madrugada del 19 de octubre de 2013, después de haber salido con sus amigos por el centro de Amberes. Las cámaras de vigilancia recogieron que, en lugar de dirigirse a su casa, partió en dirección contraria, de manera que a las 3.30 horas se le vio en una calle cercana al canal del río Escalda.

Cerca de allí le asaltaron y le robaron el móvil y la cartera, un suceso que durante varios meses fue la última pista que se tenía sobre Hodei y por el que tres personas fueron detenidas -dos siguen en prisión-. En mayo, varios testigos aseguraron haber visto a Egiluz cerca de las cuatro de la mañana. Al parecer hablaron con él y Hodei les pidió auxilio porque «querían violarle». Los testigos aseguran que el joven estaba» muy pálido y muy aturdido», y explicaron que le dejaron sentado frente a un paso de peatones después de que no respondiera a sus preguntas sobre si quería que llamasen a la guardia urbana o que avisasen a un taxi. La Policía belga, que en un primer momento inspeccionó sin éxito las aguas del Escalda en los puntos donde fue visto por última vez, no tiene nuevas pistas.