"La denuncia de la mafia no será un hecho aislado", advierte el Papa Francisco

Jorge Mario Bergoglio dejó clara ayer su postura en una entrevista concedida al diario italiano 'La Reppublica'. A pesar de reconocer que desconoce todas las claves del crimen organizado en Italia, al Papa Francisco no se le escapan «los enormes intereses que administra» en un país donde todavía hay amplios sectores en el pueblo llano que sienten temor reverencial y hasta respeto ante los mafiosos. Una realidad social que -pese a quien pese- no será obstáculo para que el Vaticano «denuncie de manera constante y pública» los desmanes y delitos de la Cosa Nostra (Sicilia), Camorra (Campania), 'Ndrangheta (Calabria) y de la Sacra Corona Unita (Apulia).

Una actitud firme y decidida que sigue el ejemplo de Juan Pablo II, como ha subrayado el propio pontífice argentino al recordar el «aplaudido» discurso con el que Wojtyla exhortó a los mafiosos a «convertirse», en un acto histórico celebrado en el valle de los Templos de Agrigento (Sicilia) en 1993, la época más dura y sangrienta de la guerra entre clanes.