La Fiscalía de Amberes presiona para que el juez no cierre el caso de Hodei

Los meses pasan (se van a cumplir siete) y las noticias sobre el paradero de Hodei Egiluz son inexistentes. Nada se sabe del joven ingeniero informático de Galdakao desde que la madrugada del 19 de octubre de 2013 sufriera en Amberes el robo de su cartera y el teléfono móvil a manos de tres veinteañeros de origen magrebí a las puertas de un bar. Siguen detenidos, pero nada más ha trascendido del procedimiento abierto. Ni los propios padres conocen nada, según han denunciado en varias ocasiones. Ayer, fuentes de la Fiscalía de la ciudad flamenca confirmaron que los arrestados «siguen bajo custodia» y que el propio Ministerio Público ha solicitado a los jueces que sigan adelante con la investigación para que no caiga en saco roto.

Fue a principios de febrero cuando los magistrados del caso devolvieron el expediente a la Fiscalía al considerar que con las pruebas presentadas no se podía vincular a los detenidos con la desaparición de Hodei llevaba más de medio año trabajando en Amberes. Se remitía a las cámaras de seguridad de la zona, que en torno a las tres de la madrugada confirman el asalto mientras el joven de Galdakao estaba sentado en la acera, al parecer adormilado. De hecho, no opone resistencia. A partir de aquí, la última imagen que se ve de él es cuando se levanta y «echa a correr en sentido contrario a la circulación». La Policía no ha conseguido averiguar qué pudo pasar a partir de ese momento ya que no había muchas más cámaras en el entorno.

Todo avanza demasiado lento y los padres de Hodei, Koro y Pablo, no se darán por vencidos hasta que se esclarezca qué pudo pasar con su hijo. Se aferran como un clavo ardiendo al mientras hay vida, hay esperanza y lo hacen de la mano de un País Vasco movilizado en su apoyo. Hoy, sin ir más lejos, se entrevistarán en Bruselas con el comisario europeo de Competencia, el bilbaíno Joaquín Almunia.