Letizia Ortiz, junto a Felipe de Borbón, contempla a Don Juan Carlos I.

Letizia Ortiz, una Reina que lleva diez años de preparación

Con tan sólo 41 años, será la primera Monarca que no desciende de una familia aristocrática y que ha ejercido una profesión más allá de las funciones de la institución

Virginia Melchor

Martes, 3 de junio 2014, 02:39

La abdicación del Rey Juan Carlos sitúa al Príncipe de Asturias en el camino de convertirse en Felipe VI de España. El Heredero tomará posesión de su cargo previsiblemente a finales de este mes, lo que convertirá a Letizia Ortiz en Reina consorte, igual que ocurriera con Sofía de Grecia en noviembre de 1975. Con tan sólo 41 años, será la primera Monarca que no desciende de una familia aristocrática y que ha ejercido una profesión más allá de las funciones de la institución. En su caso, como periodista.

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Letizia Ortiz, nacida el 15 de septiembre de 1972 en Oviedo en el seno de una familia de clase media, es la mayor de tres hermanas. Su infancia transcurrió en un entorno convencional, educada por dos profesionales liberales (él periodista, ella enfermera) que le enseñaron el valor del esfuerzo, la cualidad que más destacan en la que será nueva Reina de España.

Doña Letizia abandonó su piso de 60 metros cuadrados en Valdebernardo (Madrid), su pasado como presentadora de Informativos de TVE y su vida anterior junto a su exmarido (el profesor Alonso Guerrero, con el que estuvo casada un año) para pasar a ser analizada en cada aparición pública e iniciar una vida nueva. No ya como presentadora del Telediario de mayor audiencia, el trabajo al que se dedicaba cuando conoció al Príncipe, sino como miembro de la Familia Real.

En los diez años que acaba de cumplir como Princesa, ha imprimido un sello particular a su responsabilidad y se ha 'saltado' algunas costumbres o normas institucionales. Así, se ha desmarcado del veraneo oficial de la Familia Real en Marivent, tiene días 'libres' que dedica a asuntos particulares, viaja con amigas y se implica directamente en la educación de sus hijas, Leonor y Sofía. La futura Reina de España adora la música indie y asistir con sus mejores amigas (muchas de ellas, periodistas) a conciertos de artistas como Shakira o el grupo británico Coldplay. También suele salir sale a tomar algo a los bares de moda de Madrid los sábados por la noche.

Una periodista tenaz

Letizia siguió los pasos de su abuela y su padre, ambos periodistas radiofónicos, y se licenció en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Después amplió sus estudios de Doctorado en México, donde los compaginó con su labor en el diario Siglo XXI. A su regreso trabajó en Bloomberg Televisión y en CNN+ España hasta que en el año 2000 se incorporó a Televisión Española. Fue presentadora de 'Informe Semanal' y de Telediario matinal. Posteriormente se incorporó a la primera edición del Telediario 1 y, a continuación, a la segunda junto a Alfredo Urdaci, director de los informativos de TVE en el Gobierno de José María Aznar. Galardonada con el premio Larra de Periodismo en 2001, sacrificó su profesión para encarar sus funciones como Princesa y futura Reina de España.

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Felipe y Letizia se conocieron a mediados de 2002 durante una cena en casa de Pedro Erquicia, director de 'Documentos TV'. Parece que el Heredero de la Corona quedó prendado de la periodista. La relación se consolidó en la primavera de 2003, aunque cubierto de un manto de secretismo gracias a la discreción de los amigos más estrechos de la pareja. En el verano ambos pasaron unos días de vacaciones en el extranjero. Después continuaron viéndose en casa de amigos íntimos de don Felipe, tanto en Madrid como en Barcelona. La Casa Real forjó un plan de seguridad para que no trascendiera la relación hasta que se estimara conveniente. Y funcionó, porque la sorpresa que produjo el anuncio del compromiso, el sábado 1 de noviembre, fue mayúscula.

La petición de mano se produjo el 6 de noviembre, pero tres días antes los prometidos se presentaron por primera vez, cogidos de la mano, ante un reducido grupo de periodistas en el jardín de la nueva casa del Príncipe, quien con toda naturalidad declaró sonriente: "Me da muchísima alegría manifestar lo enamorado que estoy de Letizia. Es la mujer con la que quiero casarme, y reúne todos los requisitos para asumir las responsabilidades de princesa de Asturias y próxima reina de España".

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En Zarzuela comenzó a trazar su propio camino como consorte del Príncipe, a base de muchas horas de estudio, que incluían protocolo, idiomas, refuerzo de Historia de España y renuncias personales. Para ella, el aprendizaje del oficio comenzó a los 31 años y no siempre fue fácil. Las crónicas hablan de una crisis el verano pasado, en el que habría llegado a plantearse su futuro. Ahora ya no hay sombra de duda y desde el pasado septiembre vive centrada en trasmitir cercanía y profesionalidad a la ciudadanía. En lo que va de año ha presidido 25 actos y está volcándose en ofrecer una imagen más natural, frente al encorsetamiento que le atribuyen algunos sectores críticos. El pasado febrero, en una decisión enmarcado en la nueva política de transparencia de la Casa del Rey, don Juan Carlos le asignó e hizo público un sueldo fijo cifrado en 49.182 euros de dotación y 53.282 euros de gastos de representación anuales.

Su año más trágico

El 8 de mayo de 2005 se anunció que los Príncipes de Asturias esperaban su primer hijo, el heredero a la Corona. Letizia dio a luz a la infanta Leonor el 31 de octubre. Al año siguiente, durante su segundo embarazo, tuvo que enfrentarse al primer drama personal como Princesa de Asturias. Su hermana Erika apareció muerta en su domicilio de Valdebernardo (Madrid), en el mismo piso donde residió doña Letizia hasta que contrajo matrimonio, en mayo de 2004, con el príncipe Felipe. El dolor de la Princesa y la entereza con la que atendió a los medios de comunicación a su llegada al tanatorio resultaron conmovedores. Fueron apenas unas frases, porque inmediatamente doña Letizia rompió a llorar en silencio, pero ese gesto inspiró la simpatía popular en un grado del que no había gozado hasta entonces.

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Sobria, elegante y siempre perfecta. Así podría definirse el estilo de Letizia. La futura Reina apuesta por la moda española y ni siquiera tiene estilista. Sus modistos de cabecera son Miguel Palacio, Adolfo Domínguez, Felipe Vareña y Lorenzo Caprile y, junto a marcas de lujo, como Cartier y Manolo Blahnik, también luce joyas de Tous y colecciones prêt-à-porter de Mango, Massimo Dutti y Zara.

Deslumbra sobre todo en las cenas de gala y bodas reales, con sus estilismos en rojo, negro, verde esmeralda y en tonos nude con escote palabra de honor, que complementa con las joyas más espectaculares de la corona. Para el día, se decanta por la comodidad que le proporcionan sus trajes de chaqueta con falda a la altura de la rodilla. Famosos se hicieron sus zapatos favoritos, los peep-toe, que marcaron tendencia e, incluso, fueron rebautizaron con su nombre: los 'letizios'.

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Su estilo es un reclamo infalible. Una tienda de Zaragoza copió el "caprile" rojo con el que lució palmito en la boda de los reyes de Dinamarca. Otra tienda de esta misma ciudad agotó las imitaciones del traje de pedida en dos semanas y la multinacional Zara vendió una réplica del famoso Armani blanco de cuello chimenea por 125 euros. Sus estilismos también han sido juzgados con lupa. La última vez en el reciente encuentro con el Papa Francisco, donde le afearon sus medias transparentes y la altura de su falda que, sentada, dejaba sus rodillas al descubierto.

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