Este cóctel lo puedes hacer en casa

Mojito rosa. Empecemos por algo sencillo, un mojito. Pero como tampoco hay que tirar el listón al suelo, haremos un mojito rosa. El proceso es muy fácil y rápido. Necesitas zumo de lima, hierbabuena, azúcar, soda y ron blanco. Y para lograr el color, zumo de fresa. Con arándano también funciona y te servirá lo que sobre para un Cosmopolitan. Machaca la hierbabuena, añade el azúcar, los dos zumos y el ron. Ponle hielo picado en un vaso y sirve la bebida en él. Hasta con una mano a la espalda. Si estás muy creativo, sustituye la hierbabuena por albahaca.

Cocodyrasta. Una idea parecida sigue el Cocodyrasta del local jamaicano New Kingston. Ellos lo sirven en la cáscara de un coco de verdad, lo que da un aire exótico. Con este cóctel, sin duda, sorprenderás a cualquiera que te visite. La base es leche de coco, acepta al gusto un poco de zumo de piña y la parte alcohólica será ron blanco. Si quieres más sabor a coco, chorrito de Malibú. Hay que servirlo muy muy frío, ese es su secreto. Además con grandes y abundantes hielos. Si lo decoras con sombrillitas y pajitas te servirá hasta de centro de mesa de fiesta caribeña. Cocoloco al poder

Piña colada. La piña colada ha sido otra de las opciones presentadas en el concurso vitoriano. El Gautxo lo ha convertido en una Caipifruta: mezclan en batidora de pie zumo de piña, vodka y ron Malibú, que da un toque a coco. El pub Cacao pal Mono, le añade leche condensada y azúcar a la piña y el ron. Es muy dulce, algo diferente para los golosos. Cuidado sube rápido a la cabeza. El original se hace así: 3 partes de ron blanco, 3 partes de leche de coco y 9 partes de zumo de piña. Se mete todo a la coctelera con hielo picado, se mezcla hasta dejarlo cremoso y a gozar.

Cóctel aperitivo. Negroni. Pero antes de abandonarnos a la fiesta, vamos con opciones más del día a día. Un perfecto aperitivo, un cóctel de bienvenida muy interesante, es el Negroni y su 'curiosa' variación el Negroni Sbagliato. Cóctel clásico, de los de copa triangular y rodajita de naranja en el borde, se elabora mezclando a partes iguales Vermuth rojo, un bitter alcohólico (Campari) y ginebra. Es importante tener las bebidas frías para que al agitarlos en una vaso con hielo este no se rompa. Por su parte, el Sbagliato (equivocado, literalmente) es el mismo combinado en el que se pone cava en vez de ginebra. Menos potente, al parecer nació al 'equivocarse' su creador al coger la botella de ginebra.

Gin tónic diferente. Otra buena idea es la que ha presentado La Bonita a concurso. En la misma copa triangular montan lo que podemos llamar un gin tónic diferente (medio igual es aún mejor). El truco, y lo novedoso, es macerar en la ginebra unos granos de café. Cinco minutos después, se cuela bien la ginebra, que no tenga residuo sólido, y se sirve con tónica y mucho hielo. Ese refuerzo amargo a la quinina del agua tónica crea una sensación de lo más agradable.

Café 43. En la sobremesa, resulta inmejorable el ganador del concurso organizado por la aplicación de móviles Boletus. El Café 43. Bien pensado y mejor ejecutado, el calor de la infusión realza el sabor a vainilla del Licor 43. El Baileys da unidad al conjunto. Es un cóctel que se presenta en cuatro capas. Solo necesitas pulso para servirlo todo correctamente. Y sí, en esencia es un carajillo. Crema de whiskie irlandés hace el primer piso, buen café, licor 43 y de corona leche condensada. La magia, unos granos de chocolate de naranja.

Margarita Corona. Para terminar una ocurrencia tan efectiva como rompedora. El Frosty Mexican Bulldog, al que también se conoce como Margarita Corona, entra por los ojos. La botella de cerveza boca abajo dentro del vaso alto cautiva a primera vista. La bebida es una mezcla de zumo de limón y naranja con sirope (jarabe dulce), Triple Seco (Karpy, si quiere producto local) y tequila. La receta oficial habla de una medida de limón, media de naranja, media del licor de naranja, media del jarabe y una y media de tequila. Pero cuidado que la acidez del limón se lo puede llevar todo por delante. Se mezcla bien y para terminar se encesta el cuello del botellín de cerveza. ¡¡Lave a conciencia el envase antes de usarlo!! La gracia del invento es que la cerveza irá saliendo según baje la cantidad de líquido original en el vaso.