Grandvalira se lanza hacia el Mundial

Para este evento tan importante, que se celebrará del 28 de febrero al 1 de marzo, se está acondicionando la pista Riberal, en el sector Grau Roig, que contará con una gran novedad. Será la primera ocasión en la que se utilice una torre de 10 metros de altura como rampa de lanzamiento, algo que podría crear tendencia en futuras competiciones. Ésta tiene como objetivo aumentar la velocidad de los esquiadores, alcanzando velocidades de hasta 200 kilómetros por hora.

En la actualidad el récord actual en esta pista se establece en 185,19 kilómetros por hora, marcado por el austriaco Klaus Schrottshammer. La mejora, por lo tanto, sería bastante sustancial. Algo que ha sido previamente autorizada por la FIS.

Para su diseño, se ha tenido en cuenta a los mejores esquiadores del circuito, que han dado el visto bueno. Un ejemplo es el del italiano Simone Origone, que posee el actual récord del en esta prueba, con 252,4 kilómetros hora.

En estos últimos días, el personal de Grandvalira se encuentra comprobando la estabilidad y todas sus medidas de seguridad. Algo que, según reconoce el impulsor de la torre, el director de actividades de Grandvalira, Nadal Antor, «es lo primero que se ha tenido en cuenta. La torre ha sido certificada por el Colegio de Ingenieros de Canales, Caminos y Puertos de Barcelona, y el resultado ha sido muy agradecido». La estructura, un prototipo único en el mundo, ha sido fabricada por la empresa catalana Cover-Teg

La torre tiene un peso de 4.778 kg, una longitud de 18 metros y una base de salida que puede aguantar hasta 500 kilos. En ella se suelen situar dos personas en la plataforma, el controlador y el esquiador. Del 12 al 16 de enero, los corredores de la categoría reina, Speed 1, podrán disfrutar de unas jornadas de entrenamientos libres antes de los Campeonatos del Mundo.