Iruña de Oca, un descubrimiento a la vuelta de la esquina

Los cinco pueblos que componen este municipio ofrecen al visitante la mezcla perfecta entre cultura, historia, gastronomía y rutas de senderismo y BTT en plena naturaleza

Jueves, 17 de junio 2021, 13:06

Andando, corriendo o en bicicleta, adentrarnos en Iruña de Oca supone sumergirnos en un entorno natural único. Ubicado a menos de 15 kilómetros de Vitoria-Gasteiz, este pequeño municipio conjuga a la perfección cultura, historia, gastronomía y naturaleza para brindar al visitante una amplísima oferta de actividades en un entorno privilegiado.

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Encrucijada de caminos, a lo largo de su historia Iruña de Oca ha sido escenario de múltiples acontecimientos históricos que han dejado un poso de arte, cultura y patrimonio en los cinco pueblos que los componen. A orillas del río Zadorra y bajo la tutela de la sierra de Badaia, encontramos monasterios, torres, puentes medievales, yacimientos arqueológicos y multitud de vestigios históricos y culturales que harán de nuestra visita una experiencia inolvidable.

Los amantes de la naturaleza tienen en la sierra de Badaia un excelente marco para la práctica del senderismo o la BTT. La puesta en marcha en 2019 de una serie de rutas senderistas permite recorrer este espacio natural de un modo seguro mientras conocemos preciosos rincones, árboles centenarios o simas escondidas.

A estas rutas se puede acceder desde la página web municipal, desde los paneles informativos que se han instalado en puntos estratégicos de cada uno de los cinco pueblos del municipio y a través de los folletos que han sido distribuidos en las oficinas de turismo del territorio. En ellos se ofrece una pequeña descripción de la ruta, imágenes y datos para conocer su longitud, desnivel y dificultad. Además, a través de un código QR se puede acceder al track de la ruta en Wikiloc, la aplicación más utilizada para el trazado y seguimiento de recorridos.

Para ver con tranquilidad

Naturaleza e historia se dan la mano en el Jardín Botánico de Santa Catalina. Enclavado en las inmediaciones de Trespuentes, este parque natural merece una visita reposada, sintiendo en cada paso el embrujo que las ruinas del antiguo monasterio Jerónimo confieren a la desbordante naturaleza que se despliega en sus caminos.

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El paso del tiempo también se siente en el Yacimiento de Iruña Veleia, testimonio de lo que fuimos, al igual que el cerro de Júndiz, testigo de excepción de acontecimientos como la batalla de Vitoria.

Y qué mejor que acabar la jornada en alguno de los bares y restaurantes que se ubican en Nanclares o Montevite. Mezclarse con vecinos y vecinas que todavía se saludan cada mañana. Abiertos a recibir al viajero y ofrecerle la calidez sencilla y cordial de un municipio con sabor a otros tiempos.

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