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f. miñana
Jueves, 12 de febrero 2015, 00:17
Aparecieron juntos en el escenario del histórico Festival de San Remo, comenzaron a cantar Felicitá y media Italia se puso a tararearla. El reencuentro artístico de Al Bano y Romina fue un bombazo para nostálgicos como demuestra la cifra de 12 millones de telespectadores de media, casi el 49,34% de la audiencia, que siguieron su actuación.
Han pasado 24 convulsos años desde la última vez que la popular pareja cantó en San Remo. Y aunque Al Bano se esforzó en disimular el paso del tiempo, recuperando el ritual de sus tres flexiones sobre el escenario, fue evidente que el reloj corre para todos. En realidad no fue su reencuentro oficial, pues Moscú y sus rublos adelantaron la cita, pero ningún marco despierta las connotaciones de San Remo.
Carlo Conti, presentador del festival, no desperdició la oportunidad de ponerlos a prueba. Les pidió un beso en público y se hicieron los remolones. Al Bano, que se definió como «muy reservado» bromeó con que, cuando estaban casados, «cada vez que le daba un beso nacía un hijo». Al final resolvieron el apuro con dos besos en la mejilla en los que ni siquiera se tocaron.
La pareja se divorció en 2005 y sin duda influyó el triste suceso de la desaparición de su hija Ylenia en Nueva Orleans el 31 de diciembre de 1994. Ahora vuelven a actuar y muchos sospechan que puede ser una jugada para sacar rentabilidad a su fama. Pero los nostálgicos, muchos de los 12 millones de italianos que les vieron en San Remo, sueñan con una reconciliación.
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