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La baronesa Thyssen junto a su hijo Borja y su nuera Blanca.

Los Thyssen: del odio al amor pero pendientes de juicio

Tita Cervera y su hijo Borja se han reunido varias veces en el Museo Thyssen después de que ésta llamase a su hijo para felicitarle por su futura paternidad

Virginia Melchor

Jueves, 19 de junio 2014, 00:02

Los Thyssen han fumado la pipa de la paz después de una década de desencuentros. Madre e hijo han aproximado posturas y pronto podrían volver a ser una familia unida... con Blanca Cuesta, incluida. Tita y Borja se han reunido durante las últimas semanas, en secreto y sin la presencia de Blanca, en el Museo Thyssen. "Parece que hay indicios de que vamos a ser felices mi hijo, yo, sus hijos y su mujer", comentó la baronesa en la inauguración de una nueva exposición en su museo de Málaga.

El distanciamiento se empezó a gestar cuando Borja conoció a Blanca. Una modelo catalana portada de Interviú y siete años mayor que él. No era el ideal de chica bien que Tita deseaba para su retoño. Aunque la prueba más evidente de que no encajaba en ese perfil llegó en marzo de 2004. A Blanca le "robaron" unas fotos que acabaron en la portada de Interviú. Desde sus provocadoras paginas, la nuera de la baronesa presumió de pechos operados y pagados por Tita, lo que provocó que su arrendataria montase en cólera. Tal fue el mosqueo de la baronesa que se llevó por delante la relación entre Borja y Blanca. El chollo se le acabaría pronto con la llegada de la reconciliación.

Dos años después, Borja percibió 5 millones de euros, un dineral que le alejó de su madre. En ese momento, Blanca echó más leña al fuego con otra provocativa portada posando desnuda en su exclusivo casoplón de Ibiza. Lo que provocó una nueva discusión entre madre e hijo.

En 2007 se celebró la boda (con separación de bienes), estando ella embarazada de seis meses y después de diez años de noviazgo. Y la relación entre madre e hijo se deterioró aún más. La baronesa dejó de morderse la lengua a la hora de describir a su nuera: "Ella le lleva bastantes años, empezaron a salir cuando él tenía 17 y era menor. Borja era un chico monísimo, elegante. Ella no le ha ayudado a ser un hombre y en su lugar le ha puesto a hacer pesas, a hacerse tatuajes y a raparse el pelo al cero. Tiene una mentalidad distinta a aquella con la que yo eduqué a mi hijo. He intentado ser amiga de ella durante todos estos años, pero no me ha hecho caso". Y no fue a la boda.

En febrero de 2008 nació Sacha Thyssen Cuesta, el primer hijo de la pareja. Tita fue a visitarle a la clínica para después acabar poniendo en duda que Borja fuese el padre. Hasta cinco fueron las pruebas a las que se sometió el hijo de la baronesa para demostrar que Sacha era fruto de su semillita. Carmen Cervera dismintió con un extraño argumento su vinculación en el asunto: "Fue ella (Blanca) la que quiso la prueba de paternidad a cambio de una casa de seis millones de euros. Yo nunca la pedí". Luego lo admitió: "Efectivamente sí que le dije a Borja que me gustaría que se la hiciera. (...) Y si es verdad que se lo ha hecho quiero ver un papel oficial de un laboratorio con la firma de un especialista". En abril estuvieron todos en el bautizo. Tita incluso compró para ellos una casa en la mejor zona de Barcelona. 2009 empezó más o menos bien. Pero el anuncio vía exclusiva del nacimiento de Eric, el segundo hijo de Borja, volvió a enfriar la relación.

El golpe maestro llegó poco después, cuando Borja y Blanca fueron 'pillados' por unas cámaras de seguridad mientras extraían sin autorización documentación privada perteneciente a Tita. La baronesa denunció a su hijo al considerar que había desvelado asuntos internos y documentos de su propiedad. Llegó a asegurar que Borja pertenecía a "una secta que le reclama dinero, con muchos gastos, con gente extraña a su alrededor; ha contratado a una asesora de imagen, me impiden verle, poder hablar con él... Está abducido".

Los cuadros también han dado para sonadas disputas. Uno de los enfrentamientos más rocambolescos se produjo cuando Borja se presentó en el Museo Thyssen con la intención de llevarse dos obras de arte. El caso acabó en los tribunales, que dieron la razón a Tita. Pendiente sigue la reclamación judicial del 45% de la herencia de la baronesa que inició Borja hace un año en Las Bahamas.

Hoy, el último episodio es el de su reconciliación. "Ojalá podamos estar todos juntos este verano", ha deseado la baronesa, a quien le gustaría pasar las vacaciones con su hijo y su nuera navegando juntos por las cristalinas aguas de Cerdeña. Al parecer, madre e hijo han retomado el contacto después de que Tita llamase a Borja para felicitarle por su futura paternidad. Carmen Cervera será abuela por cuarta vez, pero habrá que esperar aún para conocer el sexo del bebé y, sobre todo, para saber si ejerce de 'yaya Tita'. Blanca Cuesta y Borja Thyssen agrandarán aún más su condición de familia numerosa. Sus hijos Sacha (6 años), Eric (4) y Enzo (2) tendrán un hermanito a finales de este año.

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