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Ana Isabel Martínez de Estívariz ha acudido a este centro médico para poner fin a sus molestias de espalda Javier Martín
La Fundación San Prudencio: Nordic Klinika

Una espalda que pide ayuda a gritos

Ana Isabel acude a Nordic Klinika para reducir sus dolores en la zona lumbar y mejorar la movilidad del cuello

Jueves, 15 de mayo 2025

Nadie quiere vivir con dolor. Los trastornos musculoesqueléticos complican la vida de quienes los sufren y conviene recurrir a profesionales para conseguir la mejor solución. En Nordic Klinika, de La Fundación San Prudencio, se dedican a mantener y recuperar la salud de la población trabajadora pero sus avanzados tratamientos son eficaces para cualquier persona. Como Ana Isabel Martínez de Estívariz, quien ha acudido por su cuenta a este centro médico para poner fin a unas fuertes molestias en la espalda por las que en 2017 le concedieron la incapacidad laboral. A sus 65 años, padece diversas patologías: «espondilolistesis con espondilosis, hernias y desgaste de discos», enumera. Como consecuencia de ello, su día a día se complica. «No puedo coger pesos, al caminar me tengo que parar con frecuencia y, en general, tengo problemas para todo lo que se utiliza la espalda».

LA FUNDACIÓN SAN PRUDENCIO: NORDIC KLINIKA

Así no podía continuar. Había que poner remedio a su situación. Su objetivo es «reducir dolores y, sobre todo, mejorar la movilidad de las zonas que tengo afectadas». Para ello, «tenía claro que a un gimnasio no iba a ir, porque eso no me solucionaba el problema. Sabía que debía acudir a un centro donde las personas que me atendieran supieran de estas patologías que sufro», recuerda. Y después de informarse, se acercó a Nordic Klinika para hacer la prueba «y ver qué tal me iba».

Allí le detallaron en qué consiste el tratamiento: consta de 18 sesiones: la valoración inicial, 16 sesiones con dispositivos médicos de última tecnología que permiten trabajar los distintos grupos musculares de forma aislada, para ganar tono muscular, fuerza y movilidad, y el diagnóstico final, cuando se comprueba la evolución de la paciente y los resultados obtenidos.

Tratamiento personalizado

En la primera visita, a la que Ana Isabel llevó todos los informes médicos y pruebas que tenía, se le realizó un minucioso análisis de su situación. El fisioterapeuta le formuló una batería de preguntas y le hizo varias pruebas. «El diagnóstico que me trasladó es que tenía movilidad reducida tanto en el cuello como en la espalda, y que necesitaba trabajar en la clínica». Tras estudiar sus patologías, se le programó el tratamiento ideal para ella, totalmente personalizado, que establece cuáles son los dispositivos que mejor van para su recuperación y los parámetros adecuados para el ejercicio: los rangos de movimiento, la velocidad, los pesos y las repeticiones.

En concreto, le pautaron 9 dispositivos distintos. «Utilizo 2 para el cuello, 4 para la espalda y 3 para las piernas –aclara– y trabajo desde fuerza, sobre todo, hasta estiramientos, que se realizan en la sala de Nordic Klinika destinada a ello». Reconoce que los dispositivos «son sencillos de utilizar» y que los fisioterapeutas «te asisten en todo momento y están muy atentos para ver cómo los usas». Ana Isabel explica el funcionamiento. «Hay un software que te indica cómo tienes que hacer cada movimiento y te va midiendo cómo lo haces. Toda esa información se va guardando para tu tratamiento y diagnóstico final, de modo que veas cómo has mejorado».

Experiencia y profesionalidad

Ana Isabel quiere hacer una mención especial a los fisioterapeutas del centro. «Sin ellos, esto no sería igual. Las personas que trabajan en Nordic Klinika son empáticas, profesionales, atentas y ¡maravillosas! Tienen muy buenos conocimientos técnicos, años de experiencia y profesionalidad en el trato».

En siguientes entregas, veremos su evolución.

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