¿Prejubilado a los 48 y con 800.000 euros anuales?

Apenas dos meses después de prometer "continuidad" en el Santander al asumir la presidencia del banco tras la muerte de su padre, Ana Botín acaba de revolucionar la estructura de la entidad. Su nuevo consejero delegado a partir del próximo 1 de enero será José Antonio Álvarez, quien sustituirá a Javier Marín, la 'mano derecha' de Emilio Botín en el tramo final de su gestión.

El Santander eludió ayer explicar el destino de Marín: si le asignará nuevas funciones una vez sea relevado en su puesto actual o si será prejubilado, una opción a la que tienen derecho todos los consejeros delegados del grupo que cesan en sus funciones por razones ajenas a su voluntad. En ese último caso, Marín, de 48 años y con 23 de experiencia en el banco, cobraría alrededor de 800.000 euros anuales, el sueldo estipulado para los directores generales, el cargo que ocupó antes de ser 'número dos'. Emilio Botín le nombró en abril de 2013 en sustitución de Alfredo Sáenz, imputado por el Tribunal Supremo.

El ejecutivo podría percibir esa suma durante 17 años, hasta cumplir los 65, según establece la normativa interna del grupo, lo que le reportaría 13,6 millones de euros. A esa cifra habría que añadir los más de cuatro millones de pensión que ha acumulado durante las casi dos décadas y media que lleva trabajando en el Santander, según las condiciones fijadas para el personal de alta dirección del banco. Es decir, al llegar a la edad oficial de jubilación habría sumado casi 18 millones.

El pasado año, Marín cobró 4,3 millones de euros; dos millones como retribución fija y el resto como plus variable por el cumplimiento de los objetivos fijados.