CNA anuncia el cierre definitivo de la planta de Edesa de Basauri en el plazo máximo de un año
La adjudicataria de la marca que pertenecía a Fagor reanudará la producción de termos en la localidad vizcaína, pero la trasladará antes de fin de 2015 a Gipuzkoa
leire Pérez / j. l. Ortega
Miércoles, 17 de diciembre 2014, 00:22
La empresa catalana CNA puso ayer fecha de defunción definitiva a la factoría de Edesa de Basauri: «Antes de final del año 2015», según consta en el comunicado hecho público por la firma que a finales de julio pasado se adjudicó en procedimiento concursal los activos de la extinta Fagor Electrodomésticos. Pero será un cierre en diferido, ya que antes de producirse, la planta se reabrirá «durante el primer trimestre» del próximo año para cumplir con los compromisos adquiridos en el auto de adjudicación y fabricar 60.000 termos, que son las ventas estimadas por la empresa para el próximo ejercicio. Transcurrido ese periodo de entre nueve y once meses de funcionamiento en Basauri, Fagor CNA Group -nombre con el que ya opera la compañía catalana en el País Vasco- trasladará la producción de termos eléctricos de Edesa a alguna de las otras instalaciones que posee en Gipuzkoa, probablemente a Garagarza (Mondragón) o Bergara. Una reubicación en la que se compromete a «garantizar la continuidad de los trabajadores».
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El presidente de la nueva empresa, Xabier Bengoetxea, y su director general, Francisco Martín, se reunieron ayer con representantes de los trabajadores de Edesa primero, y con el alcalde de Basauri, Andoni Busquet, y los portavoces de los grupos municipales en el ayuntamiento (PSE-EE, EH Bildu y PP) después, para trasladarles la decisión tomada por CNA.
Según explicó la compañía en un comunicado posterior, «tras un profundo estudio de la situación de las plantas de fabricación para elaborar el plan de viabilidad de 2015», las razones «que obligan» a realizar el traslado de la planta de Basauri son, «principalmente», que las instalaciones ubicadas en la localidad vizcaína -que no son de su propiedad, sino de los bancos acreedores de la antigua Fagor Electrodomésticos- «requieren una gran inversión forzada por la necesidad de adecuarlas a reglamentos de seguridad y medioambientales», con «un coste inabordable que haría el proyecto inviable». Y, por otra parte, su «coste fijo de alquiler y mantenimiento» es «demasiado elevado» para «las bajas cantidades de producción previstas en Basauri».
Sin embargo, CNA va a proceder en los próximos meses a una «puesta en marcha industrial parcial» de la planta vizcaína para, con una generación de empleo que calcula en unas 40 personas -la empresa se había comprometido a mantener 65 puestos de trabajo-, fabricar los mencionados 60.000 termos. Con esta reapertura temporal de Basauri, el grupo catalán pretende «evaluar el estado general de las líneas productivas» y «facilitar el arranque comercial cuanto antes», tanto del mercado español como del internacional, en el que durante «los últimos meses ha estado trabajando un equipo de 20 personas de los departamentos comerciales y marketing».
Este reinicio será posible gracias a que CNA firmó con la administración concursal de Fagor Electrodomésticos un contrato de alquiler de un año para la planta basauritarra, plazo que vencería aproximadamente en noviembre de 2015.
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La decisión de la compañía catalana cayó como un jarro de agua fría entre los trabajadores de Edesa, que además recordaron que aún quedan un centenar de empleados por recolocar y que algunos de la veintena de reubicados en otras cooperativas de la Corporación Mondragón lo han sido con contratos de obra temporales. También reconocieron que la noticia no les causó mucha sorpresa puesto que era «previsible» dada la demora de CNA en definir su proyecto para Edesa.
La «alegría» de ELA
Paradójicamente, el sindicato ELA expresó su «alegría» por la reapertura de la fábrica de Basauri. En un comunicado en el que no alude al carácter temporal de esta medida, la central señala que «en todo momento hemos instado y animado a los máximos responsables de CNA para que apostaran por la producción de termos en la planta de Edesa en Basauri», y que realizara un plan industrial «serio, riguroso y sostenible en el tiempo» para ella. En este sentido, ELA afirma que «nos complace comprobar que nuestras palabras y peticiones no han caído en saco roto», y «felicita a todos los trabajadores de Edesa por el objetivo cumplido de que la planta productiva nuevamente este en marcha y puedan volver a sus puestos».
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El sindicato «hace un llamamiento a los máximos actores empresariales e institucionales» para que alcancen un «acuerdo» que posibilite «la sostenibilidad a largo plazo de este nuevo proyecto empresarial», entendiendo que debe continuar en Basauri.
De momento, tanto la Diputación Foral de Bizkaia como el Ayuntamiento de Basauri pospusieron hasta el día de hoy sus respectivas valoraciones sobre este asunto. No obstante, a nadie se le escapa que anunciar el cierre para dentro de un año de algo que hoy ya está cerrado, pero que se reabrirá para funcionar sólo unos meses -todo ello en año electoral con votaciones forales y municipales en juego-, bien podría ser una estrategia de CNA a fin de convencer a las instituciones para que aporten fondos públicos que sufraguen esa «gran inversión» y esos «costes inabordables», que alega la empresa para llevarse la producción de Edesa a Gipuzkoa.
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